Moda e idealización del cuerpo
- Jorge A. González
La belleza cuesta, le decía un dentista a una amiga que buscaba el acomodo adecuado de su dentadura; frase que le repetía cada vez que le apretaba los brackets periódicamente.
Y sí, la belleza cuesta mucho, y no únicamente dinero, también cuestan dolor, dinero y hasta la vida.
Al paso de los años la medicina ha evolucionado de manera importante. Cambios que se han consolidado en áreas no tan urgentes como para encontrar la cura para otros padecimientos.
Los adelantos han sido importantes y notorios más en la medicina cosmética y estética.
La cirugía estética es una de ellas, quizá la más lucrativa y la más demandada. Hoy casi todo es posible si miramos 20 o 30 años atrás.
La moda del vestido, maquillaje, calzado, joyería y peinado ha cambiado de manera importante en la historia, y con ello la figura humana.
Hablamos de una cadena de "necesidades" creadas por un mercado que no consensa, sino que impone, vuelve tendencia y se convierte en moda.
Una de las características de la moda es que no sólo impone, sino que logra idealizar un cuerpo que debe ser perfecto para portar todos estos artículos en venta.
Con esta exigencia de la industria, tanto mujeres y hombres se someten a extenuantes horas de ejercicio, dietas rigurosas, cirugías estéticas y tratamientos especiales.
Es claro que los productos de la moda no están hechos para el colectivo, la industria decide que el cuerpo es el que debe constreñirse a las prendas y accesorios.
Hoy vemos innumerables negocios y empresas que se dedican precisamente a distribuir esos artículos que la publicidad vende como necesarios entre la población.
Y hablamos de un consumismo de hombres y mujeres que se han convertido en clientes de una industria a la que responden como robots.
¿Por qué hablamos de dolor, dinero y riesgo al inicio? Porque el ser humano envejece, y lucha a contracorriente para retrasar los efectos de edad, los mismo sucede con el sobrepeso.
Lo que antes fueros los aeróbicos hoy es el zumba, el yoga, el gym y el crossfit, pero no sólo eso, de ahí pasamos a la diversidad y avances en la cirugía estética.
La lipoescultura, hilos rusos, rellenos en pómulos, labios y glúteos, sin dejar de lado la cirugía bariátrica que interviene el estómago para bajar de peso en poco tiempo.
Se han puesto de moda los nutriólogos, los médicos bariátras, las dietas, las inyecciones reductoras, las cámaras para quemar grasa, el bótox, el silicon, el colágeno, las pastillas para adelgazar, y muchas otras tratamientos y procedimientos basados en suplementos alimenticios.
Hay quienes lo hacen por salud y hay quienes lo hacen por estética, y otros más por excesiva vanidad. Pero aquí a nadie se le juzga. Cada quien hace con su cuerpo lo que le place.
Para quienes se someten o se piensan someter a estas novedades de la medicina estética, tenemos algunas recomendaciones y sugerencias que ojalá y sean de gran utilidad.
La acción principal es verificar ciertos documentos de la persona con quien usted se quiere atender.
Estamos hablando de los estudios, certificaciones, títulos, permisos y todos los documentos que avalan que esta persona está capacitadas para ofrecer servicios ligados a la salud.
La demanda de la medicina estética y su alto costo, le abrió la puerta a charlatanes y personas improvisadas para hacer dinero a cambio de la belleza.
Hemos visto y escuchado de malos trabajos que han terminado en serios problemas que hacen que las personas luzcan monstruosa, contrario a sus deseos.
Excesivo estiramiento de la piel en el rostro, infecciones en la cutáneas por malos tratamientos y en casos lamentables, hasta la muerte. En la mayoría de las circunstancias las cirugías estéticas son irreversibles, cuando mucho corregibles.
En otro caso, la cosmetología permite a las personas sin ningún conocimiento médico, aplicar la toxina botulinica (Botox). Y es que esa sustancia, si se aplica de manera constante puede tener efectos contraproducentes, secundarios y notorios en la piel.
Es importante que quienes deseen someterse a estos tratamientos para lucir una figura esbelta o un rostro impecable, deben tomar sus precauciones para no afectar su salud.
Y no hablo de privarse de estos tratamientos, no; se trata de ponerse en manos de personas adecuadas, capacitadas y profesionales. Lo barato puede salir muy caro, tan caro como la privación de la vida.
Si bien se habla de técnicos en la materia y personas capacitadas, es preferible que sea un médico dermatólogo con quien puede tener mayor seguridad y éxito en la aplicación de tratamientos cosméticos.
Quienes se dedican a la implementación de estos tratamientos relativos a la piel, es necesario que tengan conocimientos sobre biología, fisiología, y fisiopatología.
Para los procedimientos de cirugía de control de peso, es indispensable acudir a un médico cirujano con especialidad en gastroenterología bariátrica; es el caso de la manga, bypass y balón gástrico.
Para quienes prefieren algo menos doloroso, acuden al nutriólogo. El método consiste en qué se cómo, cómo se come y cada cuándo se come.
Y aquí la mejor opción es un licenciado en nutriología, es el único que no necesariamente debe tener un título de médico general, pero sí uno de nutriólogo.
Cómo anticiparse para tener la certeza de que se encuentra usted en buenas manos, con la salvedad de que todo procedimiento quirúrgico tiene un porcentaje de riesgo.
Para procurar la salud en busca de una mejor estética, comparto algunas recomendaciones, que aunque puedan tomar tiempo para su verificación, es mejor esperar que lamentar.
Cómo saber que nos encontramos en buenas manos y con personas especialistas. Muy fácil, recurrir al Registro Nacional de Profesiones (RPN) en México.
Para consultar en el portal del Registro se debe tener el número de cédula, o el nombre y primer apellido del profesionista a investigar.
Ahora que si usted es más exigente y en verdad valora su salud, puede verificar la certificación del médico, sea general o especialista.
Si vamos más allá, puede usted averiguar si ese especialista está avalado por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, y organismos como el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva; o bien por la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva en nuestro país.
Hay dos tipos de certificaciones, la jurídica, que valida la originalidad y la legitimidad de la cédula profesional del médico; y la certificación médica que evalúa los conocimientos, habilidades y ética de los profesionales de la salud.
Para verificar si tu médico está certificado, hay tres maneras, solicitar información en la Secretaría de Educación Pública (SEP), en la Secretaría de Salud de tu entidad federativa, y en los consejos de especialistas, en el caso de los cirujanos plásticos.
México ocupa el quinto lugar en consumo de cirugía plática, después de Estados Unidos, Brasil, Japón, y Corea del Sur, esto según estadísticas de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS por sus siglas en inglés).
Según la misma fuente, en el 2015 se efectuaron más de 65 mil liposucciones, más de 45 mil procedimientos quirúrgicos para aumentar busto, más de 38 mil cirugías de nariz; mientras que en el caso de procedimientos sin bisturí como botox se aplicaron 173 mil tratamientos.
Con datos de la ISAPS, el costo de las cirugías y procedimientos estéticos varían, muchas veces porque no son personas autorizadas para lo mismo; lo que abarata el procedimiento o tratamiento y la mano de obra, y es cuando se duda de la procedencia de los medicamentos o cosméticos que se aplican por personas inexpertas.
Lo que sí es verdad es que la medicina estética a es un negocio altamente redituable entre ambos sexos. La misma Sociedad internacional revela que una intervención de nariz cuesta entre 20 y 40 mil pesos. Una liposucción oscila entre los 50 y 60 mil pesos. Implante de mamas 80 mil pesos. Glúteos 80 mil pesos. Estiramiento facial entre 70 y 90 mil pesos, y botox va de 4 a 5 mil pesos.
Nos leemos hasta la próxima.
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Periodista independiente