Periscope, un reto de la innovación para el Gobierno Abierto

  • Eduardo Barrios

En las últimas semanas se ha venido hablando de un tema entre tuiteros que implica a las autoridades de la delegación Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, específicamente a la jefa delegacional, Xóchitl Gálvez y al llamado “city manager” –o sea el director general de administración- Arne Sydney Aus den Ruthen Haag, quien entre otras cosas ha comentado que tiene a su cargo diferentes actividades, lo cierto es que en el portal de la delegación, aparecen:

“coordinar ferias, exposiciones y congresos vinculados a la promoción de actividades industriales, comerciales y económicas en general, dentro de su demarcación territorial; promover dentro del ámbito de su competencia la inversión inmobiliaria, tanto del sector público como privado, para la vivienda, equipamiento y servicios”, de cualquier forma, esto no es lo que queremos abordar aquí, aunque reconocemos que es parte de la discusión que se debe dar.

Funcionarios de todos los niveles, saquen sus cuadernos y plumas, porque el ejercicio de seguir lo que ha acontecido con los representantes de la delegación Miguel Hidalgo en la Ciudad de México, es un ejemplo de la vida real en donde los procesos de innovación gubernamental en el marco del Gobierno Abierto, generan polémicas que llevan la discusión de las formas a la plaza pública.

De acuerdo a diferentes declaraciones de la propia Xóchitl Gálvez para varios medios de comunicación, su administración tiene claro el objetivo de la transparencia y la rendición de cuentas para contribuir al combate a la corrupción, de la que se dice enemiga.

En este contexto, su “city manager”, Arne Sydney Aus den Ruthen Haag, ha encabezado los llamados operativos “vecinos gandallas” en la citada delegación, pero el tema alcanzó otro nivel, cuando la propia Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) alzó la mano a través de su representante Perla Gómez, quien le puso, digamos, la pimienta al tema.

La funcionaria sostuvo una probable violación a los derechos humanos, relacionados con la difusión de datos personales y la presunción de inocencia, violaciones todas, que desde luego, los funcionarios negaron.

El argumento que, en una mesa frente a frente, Gálvez dirigió a Gómez fue que los actos que hacia públicos a través de periscope, eran cometidos en flagrancia, es decir, la funcionaria activa la cámara cuando ve el delito, antes, no.

En aquella mesa, donde además estuvieron otras autoridades como el ex delegado de la Miguel Hidalgo y un diputado, se esgrimieron argumentos concluyentes que daban la victoria a periscope, “llegó para quedarse” repetían una y otra vez, “pero se debe hacer un protocolo”, insistían.

Lo anterior, constituye una clave para entender lo que hoy sucede, los especialistas en las diferentes materias sacarán sus argumentos para abonar a la interesante discusión.

Una polémica para la innovación en Gobierno Abierto

Desde 2009 países de todo el mundo comenzaron a incorporar a sus políticas nuevas formas para hacer accesible a los ciudadanos diversas informaciones, datos que son de interés público; llegó con ello, el concepto del Gobierno Electrónico (GE), basado fundamentalmente en la información, trámites y servicios en línea.

La diferencia con el Gobierno Abierto, según han sostenido algunos autores, es que acá se va más allá de los servicios en línea, porque se trata de valores, de repensar la administración y los gobiernos, procedimientos y dogmas, además de fomentar la colaboración. Un gran trabajo que requiere intermediarios.

De esto que le hablaré a continuación, ya hemos dedicado algunos textos, estos conceptos tienen una base de creación en el hartazgo y la búsqueda de alternativas para modificar conductas en los gobiernos de cara a la legitimación de las autoridades frente a su descrédito.

Es probable que Xóchitl y Arne se encuentren tratando de adelantarse episodios, es decir, se realizan esfuerzos para encontrar soluciones al descrédito institucional y mientras tanto, los funcionarios voltean la tortilla, pasando de vigilados a vigilantes.

El caso de la Miguel Hidalgo es un tema que visto desde el concepto de Gobierno Abierto, debe generar información suficiente para ejemplificar alcances y límites de los procesos de innovación.

Ambos funcionarios, como políticos, deberían entender los tiempos y aceptar las recomendaciones para no comprometer posibilidades de un mejor futuro de cara a una sociedad hipervigilada y que permita dar respuestas ante el elevado descontento.

¿Qué tipo de pasos previos pueden generar?, seguramente hay una gran tarea en la construcción de ciudadanía que permita hablar de la co-creación de valor público y la colaboración para la puesta en marcha de soluciones para todos. La clave es la empatía. El periscope centrado y dirigido desde los vecinos no suena a mala idea. No creo que a los mexicanos les desagrade la idea de poner en el horizonte, ideas que permitan pensar en un mejor país, donde la ley se haga valer.

¿Habrá algún ciudadano que se atreva a usar periscope para grabar a funcionarios en sus oficinas mientras estos sostienen una conversación con empresarios o miembros de otros partidos políticos?, ¿Son las mismas circunstancias de unos y otros?

Lo cierto es que el tema también radica en las formas, los ciudadanos no somos familiares de los funcionarios –hay casos, claro-, no somos sus esposo(a)s –como refirió Gálvez anecdóticamente sobre el carácter de Arne-, no comprenden su carácter; humanizar al funcionario no es obligar al ciudadano a que acepte sus vicios o problemas de carácter, para eso hay especialistas que se pueden visitar a fin de obtener un tratamiento.

Bien lo señalaba a través de Twitter @PresuntoC,  para que exista un exitoso caso de pedagogía pública, “tiene que estar cimentado en la empatía”.

Sobran los orígenes de los funcionarios como justificaciones de su orden o disciplina, sobran las confrontaciones y los “aguerridos” como carta de presentación de una administración, sobran los excesos burocráticos.

Lo que definitivamente no sobra y por el contrario debe privilegiarse, es el diálogo para encontrar soluciones. Definitivamente procedimientos de funcionarios sin previa ley, no deben existir, como tampoco los delitos, sin embargo la disposición para crear un protocolo por ahora, es una muestra de buena voluntad para trabajar a favor de todos.

El ejercicio de Arne se aplaude, la disposición de la delegada para crear protocolos, también, las respuestas de algunos ciudadanos para contribuir, igualmente, pero hay que equilibrar la balanza entendiendo la situación de ventaja que se tiene como funcionario.

Como siempre le digo, lo invito a que me deje sus comentarios a través de Twitter @EduardoBarrios con mención o vía DM, allá hablamos #DeTodoEnDigital.