México necesita un liderazgo que ilumine sin incendiar
- Jeremías Zúñiga Mezano
El asesinato del alcalde Carlos Manzo no es solo un crimen más, es un recordatorio severo de la complejidad que atravesamos como país. Manzo habló fuerte contra la delincuencia, confrontó, denunció y actuó con valentía. Su coraje fue real. Pero incluso la valentía más pura necesita estrategia, respaldo institucional y un plan que proteja tanto a quienes sirven como a quienes confían en ellos. De lo contrario, el sacrificio supera al resultado y la comunidad queda expuesta a un mensaje devastador: que la violencia puede imponerse donde las instituciones no terminan de consolidar su fuerza.
La lucha por la paz no puede convertirse en un duelo personal. El crimen organizado no juega limpio. Nosotros sí. Esa es nuestra fuerza moral, pero también el motivo por el que se requiere inteligencia, disciplina y precisión. No necesitamos servidores públicos que avancen solos hacia el fuego. Necesitamos liderazgos que iluminen el camino, no que lo incendien. Porque la valentía, sin estrategia, termina siendo un acto de fe en terreno minado. Y México no necesita ofrendas, necesita soluciones.
La verdad incómoda está frente a nosotros. El crimen no es un monstruo externo. Está mezclado entre nosotros. Hay quien presume ser empresario ejemplar y lava dinero. Hay quien ocupa cargo público para servir al crimen y servirse a sí mismo. Hay quien vive del miedo del pueblo y quien calla por comodidad. La línea entre lo bueno y lo malo no pasa por los uniformes ni por los discursos, pasa por la conciencia, las decisiones y la integridad. La corrupción y el crimen no llegan en caravanas foráneas. Viven aquí. Crecen aquí. Y también aquí deben ser enfrentados con inteligencia, ética y carácter.
La respuesta no es la bravura impulsiva. La respuesta es estrategia, inteligencia criminal real, coordinación institucional, protección efectiva, justicia que funcione sin simulación y desarrollo que saque a la juventud del terreno fértil del delito. Valentía sí, pero sin perder la cabeza. Determinación sí, pero sin caer en provocaciones que fortalecen al enemigo. Estado sí, pero con cerebro, con técnica y con prioridades claras.
Porque si a alguien le queda duda de que el crimen sí teme, solo necesita mirar a quienes han sido enviados a enfrentar justicia a los Estados Unidos, o a quienes languidecen en cárceles mexicanas. Cuando el Estado actúa con inteligencia, método y decisión, la delincuencia cede. Cuando el gobierno improvisa, se exhibe o confunde fuerza con impulso, la delincuencia avanza y el ciudadano queda a merced del miedo y la incertidumbre.
Si queremos un México tranquilo, dejemos de buscar héroes solitarios y construyamos un Estado que piense, proteja y ejecute. El crimen no teme a las palabras, teme al gobierno que utiliza toda la fuerza del Estado, todos los efectivos, toda la tecnología y todo el armamento legítimo para perseguir criminales. Le teme a los fiscales que integran carpetas sólidas, técnicas, irrefutables. Le teme a los jueces que sentencian con firmeza, sin presión y sin miedo. Le teme a una estructura pública que actúa unida, disciplinada y con la ley como herramienta y escudo.
Esa es la ruta. Un Estado que no solo responde, sino que anticipa. Un poder público que no se deja provocar, que no improvisa y que jamás cede terreno. La paz se construye con inteligencia, con estrategia, con protección efectiva para quienes sirven y con la mano firme que hace cumplir la ley. México merece un gobierno que use toda su capacidad institucional para defender a la gente, que proteja la vida, restaure el orden y haga valer la justicia. Ese es el camino para recuperar la tranquilidad y dignificar al país, con la fuerza del Estado, con el poder de la ley y con la determinación inquebrantable de quienes están del lado correcto de la historia.
#ParaSerMejores sabiduría e inteligencia
Dr. Jeremias Zuñiga Mezano
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Licenciado en Derecho con múltiples postgrados. Destacada trayectoria como Presidente de Comunidades Seguras en Veracruz, Director Académico en la Universidad de las Naciones, y Catedrático Universitario en los niveles de Licenciatura, Maestría y Doctorado. Reconocido analista económico, político y social en medios de comunicación, articulista y conferenciante sobre temas de seguridad



