Los recientes gobiernos estatales y municipales en el estado de Veracruz reproducen una frase casi de forma enfermiza en voz de los representantes; una frase sobre la educación que se figuran más bien a palabras vacías, nada parecen significar para ellos y nada significan en términos de una aplicación real de recursos.
“La educación es la base para el desarrollo de nuestro país, por eso, todo el respaldo a las instituciones educativas”, muchos políticos.
Lo cierto es que verificar aquella frase permite no solo impugnar su contenido sino vivir la experiencia de las difíciles condiciones de trabajo de cientos de estudiantes y profesores en algunos municipios de Veracruz.
¿Cuánto podría usted resistir una clase de química, física, español o etimologías grecolatinas con unos 46 a 47 grados con sensación térmica de 50 en un salón sin aire acondicionado y cuando no con un ventilador, con ninguno?
Los relatos de los afectados, sorprenden. Son voces que demandan no solo beneficios materiales sino una preocupación real de parte de las autoridades educativas para hacer frente a la problemática, apartarse de la demagogia.
La infraestructura en esos centros educativos como problemática, es solo uno de los nodos de algo más complejo que pasa por los usos de tecnologías para el aprendizaje, las relaciones interpersonales, la atención en clases, la comunicación con los profesores y desde luego la motivación para continuar con un proyecto educativo que a todas luces refleja un estado ausente.
Le decía que verificar en la práctica estas condiciones, permiten entender las dificultades de otros frente al reto educativo de cara a la continuación de cientos de estudiantes en otros grados académicos que los acercarán, a la prometida superación.
Caben otras preguntas para los gobernantes. Si efectivamente la educación es una vía de seguridad para el progreso de una sociedad ¿en qué estaban pensando cuando invirtieron dinero, tiempo y esfuerzo en el desarrollo de unas competencias deportivas que dejaron un desastre financiero e instalaciones venidas a elefantes blancos?
¿En qué estaba pensando el gobierno veracruzano cuando decidió inyectar dinero a empresas fantasma en lugar de equipar las escuelas o preocuparse tan solo de liberar los recursos correspondientes a las instituciones educativas?
¿En qué estaba pensando el gobierno del estado cuando decidió invertir más en armas y equipos para combatir un clima delincuencial que significaba tan solo un paliativo frente al problema real de la complicidad y corrupción y en cambio desatender a los estudiantes veracruzanos?
No extraña con este contexto que, ante la pregunta expresa de un profesor a estudiantes de bachillerato sobre sus planes de estudiar una carrera universitaria, desertar, siempre sea una opción.
Así las cosas, ¿qué opina?, lo invito a que me deje sus comentarios en mi cuenta de Twitter, @EduardoBarrios_, allá hablamos #DeTodoEnDigital
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Estas fueron reflexiones preliminares sobre un trabajo periodístico del que les contaré más adelante.