Cada actividad que disfrutamos ocurre en un lugar especial y con las condiciones precisas para que nuestra experiencia sea más agradable e inolvidable. Con la lectura sucede lo mismo, el lugar y las condiciones determinan la experiencia de lectura.
No podemos asegurar que hay un lugar ideal para que todos tengamos una experiencia de lectura satisfactoria, pues no todos disfrutamos de lo mismo. Lo que sí es cierto, es que existen condiciones generales que deben seguirse si buscamos tener una mejor experiencia, sobre todo si queremos formar lectores.
La semana pasada hice referencia a Aidan Chambers, un escritor inglés que se ha interesado por ahondar en los procesos y condiciones de lectura. En su libro “El ambiente de la lectura” (FCE, 2007) comenta que para que se dé precisamente este ambiente debe dedicarse tiempo, realizar una selección de obras, poner al alcance los libros, leer en voz alta y propiciar la socialización del texto.
Es tarea del facilitador de lectura (mediador, maestro o familiar) ayudar a construir experiencias con mayor duración y cada vez más placenteras con los textos. Es decir, que gran parte de su éxito se basará en crear un ambiente para la lectura.
Una de las consecuencias de estar inmerso en un ambiente de la lectura es el convertirse en una persona pensante y reflexiva. Un lector reflexivo tiende a pasar por dos situaciones: la primera es que quiera leer lo mismo debido a la sensación placentera que le causó, y la segunda es que no pueda evitar hablarle a los demás (en especial a sus seres queridos) de los libros porque quiere que experimenten esa misma sensación placentera.
¿Cómo provocar dicha sensación? Según Chambers, solo se logra por la disposición y la circunstancia. Por la primera entendemos la mezcla de actitudes mentales y emocionales. La circunstancia se refiere al entorno físico y su pertinencia para la lectura. La disposición será siempre un arma más poderosa que la circunstancia, pero la conjunción de ambas contribuye a la formación de una actitud hacia lo que estamos haciendo y condicionan nuestro comportamiento.
La disposición tanto de los facilitadores como de las personas que están ingresando a la lectura es determinante para tener éxito. Si no existe un ambiente de la lectura, es muy probable que la disposición disminuya y la lectura se abandone. La tarea es: crear ambientes propicios para la lectura donde se tenga una buena selección de textos, se lea en voz alta, se dé tiempo para leer y se compartan las lecturas.
¿Qué hacer en la semana?
El Recinto Sede del Instituto Veracruzano de la Cultura, ubicado en el corazón de la ciudad de Veracruz, recién inauguró tres exposiciones espectaculares. Se trata de "El maestro de la línea" un homenaje a Ernesto "El Chango" García Cabral; "Con Fuego" una colectiva de las ceramistas Gaby Souza, Lourdes Azpiri, Magali Goris, Marta Ovalle, Maite Rodríguez, Sabine Sulzer y Zureyma Chiu, y "Llegamos y nos quedamos. Migrantes" de Carlos, Jorge y Tadeo Rodríguez. El horario de visita es de 10:00 a 18:00 horas. Entrada gratuita.
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Es originaria del Distrito Federal y desde hace más de una década radica en Xalapa. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Estudió la especialidad en la Enseñanza de la lengua y la literatura en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Xalapa, donde actualmente es docente. Es egresada de la maestría en Literatura mexicana por la Universidad Veracruzana.
Actualmente cursa el diplomado para la Profesionalización de mediadores de lectura por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Es mediadora del Programa Nacional Salas de Lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Ha impartido talleres relacionados con el tema de la lectura y la escritura, y desde hace dos años es una de las mediadoras que dirige la sala de lectura Equinoccios.
Como periodista ha trabajado en el Instituto Mexicano de la Radio, el periódico U2000. Crónica de la educación superior, y el Departamento de Prensa de la Universidad Veracruzana. Fue gestora cultural en la USBI Xalapa. Actualmente colabora en el área de Comunicación Social del Instituto Veracruzano de la Cultura.