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Avistan por primera vez al tecolote llanero en el Cañon de Río Blanco

  • Miguel Ángel Contreras Mauss
Documentan por primera vez mal tecolote llanero en el Parque Nacional Cañon del Río Blanco, un hallazgo que refuerza la biodiversidad.

Córdoba, Ver.- Por primera vez se avistó y registró la presencia del tecolote llanero (Athene cunicularia) en el Parque Nacional Cañón del Río Blanco, específicamente en la zona de Acultzingo. Este hallazgo amplía el inventario de biodiversidad en Veracruz y refuerza la importancia ecológica de esta área natural protegida.

El avistamiento fue realizado por Alfredo, integrante de la Red de Monitoreo Comunitario del programa PROREST, y constituye una nueva evidencia del papel del parque como refugio y corredor biológico para aves migratorias.

El registro es relevante porque confirma que el Cañón del Río Blanco funciona como sitio de alimentación y descanso para distintas especies rapaces en tránsito. El tecolote llanero, un ave pequeña de hábitos diurnos y terrestres, depende de ecosistemas como éste para cumplir sus rutas migratorias continentales.

Decretado como Parque Nacional en 1938, el Cañón del Río Blanco abarca 48 mil 799 hectáreas distribuidas en doce municipios de la región de las Altas Montañas, entre ellos Orizaba, Fortín, Chocamán, Acultzingo, Río Blanco y Nogales.

Su territorio incluye bosques de coníferas, encino, mesófilo de montaña y selva perennifolia, con un gradiente altitudinal que va de los 760 a los 3 mil 140 metros sobre el nivel del mar. Esta diversidad explica la presencia de más de 4 mil 600 especies de flora y fauna, de las cuales 227 están bajo alguna categoría de riesgo, según la NOM-059.

Entre las especies más representativas figuran el ocelote, el halcón peregrino y varias aves endémicas. En septiembre pasado, el mismo equipo de monitoreo captó mediante cámaras trampa una camada de zorras grises (Urocyon cinereoargenteus), lo que demuestra que el parque mantiene procesos reproductivos exitosos.

Especialistas en conservación destacan que estos registros reflejan la efectividad de las acciones comunitarias.

“Estamos viendo evidencia concreta de que los ecosistemas del parque están funcionando: hay especies que se reproducen y otras que encuentran refugio durante sus migraciones. Eso no sucede por casualidad, sino gracias al trabajo constante de protección”, señalaron.

La Red de Monitoreo Comunitario utiliza cámaras trampa y capacitación técnica para vigilar las zonas más biodiversas. Además de proteger los recursos naturales, sus integrantes generan información científica clave para fortalecer la conservación del Parque Nacional Cañón del Río Blanco.

AC