Xalapa, Ver.- Aunque en 2023 y 2024 se había registrado una ligera reducción, Veracruz volvió a presentar un repunte en el número de tomas clandestinas de hidrocarburo durante el primer semestre de 2025.

De acuerdo con el informe semestral “Tomas clandestinas, ductos de hidrocarburo y gas LP”, elaborado por el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM), entre enero y junio de 2024 se detectaron 50 tomas ilícitas en territorio veracruzano, mientras que en el mismo periodo, de este año, la cifra ascendió a 88.

El incremento representa una variación del 76 por ciento, lo que equivale a que en promedio las autoridades localizaron una toma cada dos días. Con este aumento, Veracruz se colocó en la posición número 12 a nivel nacional.

El listado es encabezado por Hidalgo con mil 247 tomas aseguradas en el primer semestre de 2025; seguido de Jalisco con 992; Guanajuato con 475; Querétaro con 364; Tamaulipas con 347; Nuevo León con 260; Baja California con 235; Estado de México (Edomex) con 188; Coahuila con 178 y Chihuahua con 125.

En el ámbito municipal, los puntos de extracción ilegal en Veracruz se concentraron principalmente en Tierra Blanca con 23 tomas; Juan Rodríguez Clara con 14; Sayula de Alemán con 8 y Minatitlán con 5.

DUCTOS DE PEMEX EN EL PAÍS

De acuerdo con datos de Petróleos Mexicanos (Pemex), Veracruz concentra tramos estratégicos del sistema de ductos que alimentan al centro del país y al Valle de México. 

El Poliducto bidireccional Minatitlán–México es alimentado por la Refinería Lázaro Cárdenas (Minatitlán) y cruza Veracruz, Puebla, Tlaxcala y Edomex hasta Azcapotzalco; mueve gasolina y diésel con capacidad operativa de 66 mil barriles al día. Este atraviesa varios de los municipios veracruzanos con más “piquetes” están cercanos a este trazo. 

Además, la paraestatal de Pemex reportó que de enero a junio de 2025 hubo 13 mil 122 millones de pesos en pérdidas por robo de combustibles, 37 por ciento más que en el mismo periodo de 2024 (9 mil 581 millones de pesos).

El repunte nacional de pérdidas refleja por qué Veracruz —como eslabón clave del sistema— resiente mayor presión.