Xalapa, Ver.- Tras más de tres años de lucha en tribunales mexicanos sin obtener justicia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió el caso de la veracruzana Elisa Zaldívar para ser analizado. Ella ha denunciado ser víctima de violencia vicaria.

Además del caso de Elisa Zaldívar, la CIDH admitió dos casos más de otras mexicanas, todas integrantes de la Red Solidaria, una organización donde mujeres de todo el país luchan contra diferentes tipos de violencia.

Sin embargo, para llevar sus casos hasta la CIDH, necesitan recursos económicos, por lo que han iniciado una campaña de recaudación de fondos.

Los casos de Elisa Zaldívar, así como los de Gabriela Pablos y Blanca Estela Paredes, son los primeros relacionados con violencia vicaria en llegar a un ente internacional.

“La CIDH es clave para garantizar justicia cuando los sistemas nacionales fallan. En el pasado, sus sentencias han representado victorias históricas. Ante la indiferencia de las instituciones mexicanas, hemos llevado nuestro caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). No solo buscamos justicia para nosotras, sino sentar un precedente que abra camino para todas aquellas personas que han sido víctimas del abuso de poder”, señalaron en una petición a través de una plataforma de fondeo colectivo.

Este fondeo tiene como meta alcanzar 100 mil pesos, pero hasta ahora solo han recaudado el 6 por ciento del total.

“Esta lucha tiene costos que no podemos solventar solas. Red Solidaria nos ha apoyado, pero necesitamos tu ayuda. Cada donación es un paso más hacia la justicia, un mensaje claro de que no permitiremos que el miedo nos silencie. Que sea el miedo quien cambie de bando”, se lee en la plataforma de recaudación.

Los fondos recaudados servirán para cubrir costos legales y administrativos ante la CIDH, así como para apoyar económicamente a las familias y difundir las problemáticas que acarrea la violencia vicaria.

Elisa Zaldívar, originaria de Veracruz, pasó seis meses en prisión debido a denuncias falsas. Aunque finalmente obtuvo su libertad, lleva varios años sin poder ver a sus hijos. Su caso se volvió mediático y ayudó a visibilizar la violencia vicaria.

Otro de los casos es el de Blanca Paredes, quien fue violentada por un exmagistrado. Aunque el agresor fue despedido y actualmente está prófugo, la violencia continúa.

Asimismo, Gabriela Saucedo ha denunciado que su expareja le ha impedido ver a su hijo desde 2020.

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Si deseas sumarte a la causa que marca un precedente en la búsqueda de justicia en casos de violencia vicaria en Veracruz, da clic y dona aquí: https://www.gofundme.com/f/justicia-para-las-victimas-de-violencia-vicaria-en-mexico