Orizaba, Veracruz.- Colectivos Feministas de Las Altas Montañas renombraron dos calles céntricas en el municipio de Orizaba. El hecho ocurrió la mañana de este viernes 8 de marzo, Día Internacional de La mujer, cuando cambiaron el nombre de las calles de Cristóbal Colón y de Madero por la de Lucrecia Toríz Ordaz y Gloria Arena Agis. 

Con ayuda de una escalera y varias mujeres de apoyo es como se cambió el nombre de las calles. El objetivo, según las integrantes de la colectiva Marea Verde de Las Altas Montañas, es reconocer a mujeres que fueron importantes en diversas causas sociales, como la Revolución Mexicana o el movimiento guerrillero de los 50. 

Las mujeres que rebautizan las calles de Orizaba

Nacida en Orizaba en 1867, Lucrecia Toriz formó parte de un grupo de mujeres que durante la huelga derivada por las condiciones explotadoras a las que estaban sometidos cientos de trabajadores, compartió pan y tortillas a los hombres huelguistas que durante varios días y noches se quedaron cercando la fábrica en la que trabajaban.

Según diversos estudiosos del movimiento huelguista ocurrido en Río Blanco, Lucrecia no solo se encargaba de mantener alimentada a las personas que se encontraban tomando la fábrica, sino que también participó activamente en el movimiento defendiendo a sus compañeros de una posible masacre.

Gloria Arena Agis fue una exguerrillera mexicana, fundadora del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente. Nació el 16 de mayo de 1959 en Orizaba, Veracruz, siendo la segunda hija del matrimonio formado por Octavio Arenas de la Llave -un modesto empleado de la cervecería Moctezuma- y Leonor Agis Moreno.

Gloria desciende de gobernadores. Es bisnieta, por la vía paterna, del general Ignacio de la Llave, exgobernador de Veracruz, nombrado Benemérito del estado en 1863 y cuyo apellido se imprime a Veracruz-Llave. Por la vía materna, es descendiente de Silvestre Moreno Cora, gobernador provisional del estado de Veracruz a principios de siglo y ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Estudió en las escuelas Sor Juana Inés de la Cruz, posteriormente en la Secundaria Técnica 48 y posteriormente en el Instituto Tecnológico Regional de Orizaba, se destacó por su desempeño escolar. Participó como voluntaria en la Cruz Roja local donde trabajó como socorrista, y brindando primeros auxilios. Su participación fue reconocida en el terremoto que golpeó la ciudad de Orizaba el 28 de agosto de 1973 por su dedicación al auxilio y rescate de las numerosas víctimas.