Veracruz, Ver.— Joel Lara Rodríguez pasó más de un año en el penal Duport Ostión de la ciudad de Coatzacoalcos, señalado por el delito de homicidio doloso en agravio de su amigo Hipólito Villarauz Sánchez, con quien convivió el día de su asesinato. 

Los policías ministeriales – adscritos a la Fiscalía General del Estado (FGE) – que lo detuvieron lo habrían torturado para obligarlo a declararse como culpable o, de lo contrario, presuntamente le causarían daño a su familia.

Joel pasó un año en el cereso por la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa que le dictó en contra un juez de control, tiempo en el que su madre falleció. El joven no pudo despedir a su mamá ni contactarse con ella debido a que estuvo incomunicado con su familia. 

“A nivel personal, aparte de los golpes y todo eso, lo que más me dolió fue el tema de mi mamá. Por estar allá adentro y mientras se resolvía todo, lo de mis hijos, pero no, no me lo permitieron (hablar con mi madre), ahora sí que ella se fue pensando que estaría allá adentro toda la vida”, narra. 

El joven fue detenido aproximadamente seis meses después de la muerte de su amigo Hipólito. Los policías ministeriales lo detuvieron con la orden de aprehensión con número de causa penal 933/2022-A que un juez giró. 

Según Joel, los agentes ministeriales no llevaban orden de aprehensión el día de la detención y, aunque le dijeron que únicamente lo requerían para declarar en torno a la muerte de su amigo, ya que fue una de las últimas personas que lo vio con vida, lo que vino después fue una pesadilla. 

Los elementos de la Policía Ministerial lo habrían obligado a declararse culpable de la muerte de Hipólito. Presuntamente, lo torturaron con golpes y humillaciones hasta que, por fin, el joven cedió y afirmó ser el homicida de su amigo.

“Me dijeron que pasara a un cuarto y en ese cuarto me volvieron a poner las esposas y fueron golpes, de hecho, me pusieron una bolsa en la cabeza con alcohol para que les dijera la verdad, pero yo les decía ‘¿qué verdad les voy a decir? Si yo no sabía nada”, relata.

Durante las presuntas agresiones, los policías ministeriales lo habrían amenazado con hacerle daño a su familia si no se declaraba culpable.

“Me dijeron que sabían dónde vivía, quién era mi familia, que abusarían sexualmente de mi esposa y que a mí me dispararían en la cabeza y me botarían por ahí con un letrero de ajuste de cuentas”, recuerda.

Joel fue enviado prisión preventiva y remitido al penalito de la colonia Playa Linda, en el puerto de Veracruz; después fue canalizado al penal Duport Ostión de Coatzacoalcos, donde los custodios lo mantuvieron incomunicado. Ahí pasó un año y tres meses. 

Hechos no fueron aclarados 

De acuerdo con Joel Lara y de su abogado Jonathan David Escontrías Rodríguez, la muerte de Hipólito Villarauz Sánchez ocurrió en 2022. Su cuerpo fue hallado en el poblado de El Arenal, a las afueras de la localidad de José Cardel, cabecera municipal de La Antigua. 

El perito de la Fiscalía General del Estado (FGE) dictaminó que Hipólito murió a causa de un choque hipovolémico tras un accidente, cuyas circunstancias no quedaron muy claras. 

Entonces, la autoridad se basó únicamente en que Joel fue una de las últimas personas que estuvo con Hipólito, pues convivieron juntos en un bar, así que una jueza de control ordenó su detención por el delito de homicidio doloso. 

“Trataban de culpar a Joel, de que él había sido el que había provocado dicha muerte de esa forma”, dijo al respecto Escontrías Rodríguez, abogado del joven.

Fue así que el litigante comenzó la lucha para demostrar que la fiscalía de Veracruz no contaba con elementos para acreditar que su cliente haya tenido que ver con la muerte de Hipólito. Interpuso un amparo federal y demostró inconsistencias de la jueza de control encargada del caso y la inocencia de Joel.

Después de un año y tres meses, Joel Lara Rodríguez salió libre gracias a que obtuvo el auto de no vinculación a proceso. Por ahora, Joel se dedicará a su familia y tratar de recuperar parte del tiempo perdido en el penal a causa de un delito que no cometió. 

“Tu servidor piensa, en todo caso, en alguna queja y en alguna carta al Consejo del Poder Judicial para que se pongan a capacitar, aquí el hecho no es correr al juego, el hecho es la capacitación, el hecho es hacerlos personas competentes”, dijo al respecto el abogado.