Veracruz, Ver.- Julián Durazo Herrman, investigador de la Universidad de Quebec, lamentó que a causa de la violencia contra la prensa, el Veracruz los periodistas se vean obligados a autocensurarse por temor a ser víctimas de agresiones, levantones o incluso la muerte. 

Informó que actualmente dedica su tiempo a un trabajo de investigación sobre la contribución de los medios locales de comunicación en el desarrollo de la esfera pública de la entidad veracruzana. 

En el análisis que ha hecho, descubrió lo complicado que resulta ser comunicador en un estado como Veracruz. 

Según datos de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), tan solo en 2022 un total de 13 comunicadores fueron asesinados a nivel nacional, lo que convirtió a México en uno de los países más peligrosos para la prensa. 

Por su parte, la organización Artículo 19 tiene un registro de 157 periodistas asesinados en México desde el año 2000 a la fecha. 

En lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (a partir del 1 de diciembre de 2018) 37 periodistas han sido asesinados. 

Durazo Herrman reconoció que ante el clima de violencia, los mismos reporteros han optado por la autocensura para mantenerse vivos. 

"Es sumamente preocupante porque una de las cosas que mi investigación ha encontrado es que hay un proceso muy sistemático de autocensura de los periodistas, que el miedo, la necesidad de protegerse, de mantenerse vivos hace que los temas que tocan, las responsabilidades que fincan en las investigaciones que hacen sean ,como siempre, muy limitadas, muy mesuradas para evitar justamente meterse en problemas". 

Se refirió al caso de Ricardo Villanueva, reportero del municipio de Poza Rica, quien el pasado 3 de abril fue víctima de un "levantón" por parte de un comando armando que se lo llevó cuando se encontraba a las afueras de un taller mecánico. 

El joven fue víctima de tortura y amenazas durante el tiempo que permaneció en cautiverio hasta que sus captores lo liberaron dos días después en el municipio de Tihuatlán. 

Para el investigador de la Universidad de Quebec, Ricardo corrió con suerte sin problemas lamentó que haya casos de otros periodistas que al final son asesinados. 

"Y vemos que la amenaza no es hipotética, a los periodistas les sucede que los asesinan, que los agreden, que los levantan, afortunadamente Ricardo fue encontrado vivo, pero hay otros que no han tenido esa suerte, los han golpeado, los han vejado, ese es un proceso muy preocupante".