Boca del Río, Ver.- Cuando el vehículo que conducía Eduardo N sobre la calle Donato Casas, en Boca del Río, Veracruz, embistió la motocicleta en la que viajaban María Luisa Diliegros, su hijo Luis Farid y su esposo Luis Ángel, la joven alcanzó a abrazar al niño y le salvó la vida; ella murió horas más tarde en el hospital.

Su esposo también sobrevivió, pero resultó con una fractura en el hombro. Este sábado 22 de abril, Luis Ángel se sentó frente al ataúd donde descansan los restos de su esposa para observar su fotografía y esperar la hora del sepelio.

Mientras velan el cuerpo de Luisa María dentro de una vivienda ubicada en la colonia Patricio Chirinos, sus familiares cuentan que, tras el accidente, Luis Farid, de dos años, pasó varias horas abrazando la fotografía de su mamá, de 30 años.

La familia no tiene duda de que Luis Farid está vivo gracias al instinto materno de María Luis, quien lo protegió con sus brazos para evitar que muriera. 

"Él está bien, gracias a dios; su papá me comenta que lo llevaban en la moto, pero María Luisa de cierto modo lo envolvió, porque él comenta que cuando él sintió el impacto, dice que él enseguida se paró, pero tiene el brazo destrozado, pero dice que quiso levantarse y quiso levantar al niño, pero no podía porque ella lo tenía tan apretado", dice Monserrat Calles Diliegros prima de María Luisa. 

A pesar del impacto, la joven jamás soltó al niño. Luis Farid se desmayó tras el golpe, tuvo algunos raspones y una herida en la cabeza.

"Si se le hicieron estudios al niño, está completamente bien, solamente tiene raspones en sus piernitas y una herida en la cabeza, pero se le hicieron placas y estudios y el niño está bien. Ella lo protegió, ella recibió todo el golpe", comenta.

Luis Farid y sus dos hermanos mayores, de 10 y 14 años, respectivamente, quedaron huérfanos de madre a causa del accidente automovilístico. 

IBAN A MCDONALD'S

Luis Ángel, su esposa María Luisa y su hijo Luis Farid viajaban en motocicleta la noche del pasado jueves 20 de abril. Cada uno llevaba casco. Se dirigían a McDonald's para cenar y pasar el rato juntos en familia. 

La moto se detuvo en el semáforo localizado en el cruce de las avenidas Donato Casas y Ejército Mexicano, en el municipio de Boca del Río, a la espera de la luz verde, cuando fueron impactados por la parte de atrás. 

Los tripulantes salieron proyectados y cayeron al pavimento. Los tres resultaron heridos, pero María Luisa se llevó la peor parte y, aunque fue trasladada de emergencia a un hospital, murió horas más tarde. 

El presunto responsable del choque fue un hombre de la tercera edad, identificado como Eduardo N, trabajador jubilado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y quien, según testigos, viajaba en estado de ebriedad y a exceso de velocidad en un automóvil compacto marca Accord. 

Tras ver lo sucedido, el conductor aceleró y escapó, sin embargo, chocó contra el camellón a la altura de plaza comercial Las América. Luego siguió su camino sobre el bulevar Miguel Alemán y cerca de la entrada al fraccionamiento La Tampiquera volvió a chocar con otro automóvil hasta que finalmente fue detenido. 

Familiares, amigos y vecinos de María Luisa exigieron todo el peso de la ley contra el presunto responsable de la muerte de la joven. Pidieron a la Fiscalía General del Estado (FGE) que el hombre pague con cárcel. 

ALEGRE, JOVIAL Y CHIDA, ASÍ ERA MARÍA LUISA

Monserrat Calles Diliegros recuerda a su prima María Luisa como una joven alegre, jovial y “muy chida”, que se caracterizaba por su gran sentido del humor. Para sacar adelante a su familia, se dedicaba a la venta de ropa americana en el tianguis de la colonia Carranza, en Boca del Río. 

Monserrat siempre le decía a su prima que con la personalidad tan extrovertida que tenía, fácil podía crear contenidos en redes sociales y volverse influencer, algo que ya no se pudo llevar a cabo. 

"Siempre le dijimos que se lanzara al estrellato, que se hiciera influencer y todo, y qué triste que se haya hecho viral, pero sin ella estar presente", lamenta.