Jalcomulco, Veracruz.- Los pobladores del municipio de Jalcomulco consideran que el agua del río está contaminada porque en el afluente escurre espuma de color café, y ahora están en alerta,  además   preocupados debido a que  se aproxima la temporada vacacional de Semana Santa, fechas de gran afluencia de visitantes.

Por esa razón pidieron a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que se lleven a cabo distintos análisis de la cuenca para determinar si está o no contaminado. Los habitantes creen que se trata de contaminantes. Mencionan que desde el 19 de Marzo comenzaron a notar este tipo de espuma sobre el agua del río.

“pedimos el análisis de la calidad del agua a Conagua, le exigimos se haga una investigación completa y real” y de esta manera descartar cualquier riesgo que pudiera presentarse en este afluente, explicó el integrante de Pueblos Unidos de la Cuenca la Antigua y Ríos Libres (Pucarl), Alejandro Gallardo

El activista recordó que una gran mancha espumosa bajó desde las montañas del Cofre de Perote, tanto él como algunos habitantes estiman que en el trayecto al río hay descargas de residuos y estos a su vez dañan la calidad del agua en uno de los ríos más caudalosos de la región capital.

Jalcomulco es un municipio que se ubica a 40 minutos de la ciudad de Xalapa, ahí atraviesa el río La Antigua y desemboca en el Golfo de México. Las corrientes del río representan un ambiente propicio para los deportes de aventura que se pueden realizar como rafting y  tirolesa, sitio al que arriban deportistas de todo México.

Durante la temporada de Semana Santa es cuando los prestadores de servicios reportan mayor afluencia de visitantes, ya que tan sólo en un fin de semana han logrado contabilizar hasta 10 mil vacacionistas. La actividad turística se convierte en una de sus principales fuentes de economía.

Por esas razones, indicaron que es necesario continuar con las luchas y jornadas de protección al entorno ecológico para evitar daños al agua, así como rechazar proyectos nocivos para el ambiente. 

El 20 de enero de 2014 se organizaron como centinelas del río Jalcomulco para impedir que la empresa brasileña Odebrecht construyera una hidroeléctrica; advirtieron de sequías por el acaparamiento del agua así como de posibles inundaciones por que se haría una gran presa para la operación de las instalaciones eléctricas.