Papantla, Ver.- (AVC) Una capa oscura aceitosa de hidrocarburo emana día y noche desde hace 912 días sobre el arroyo LoS Tejones, en el ejido Emiliano Zapata, en Papantla, nadie sabe su origen, pero la contaminación ya hace inservible el agua para consumo humano.

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El 12 de abril del 2015 los habitantes de esta comunidad petrolera detectaron un fuerte olor a gas, era la cuarta fuga en el arroyo, uno de los afluentes de donde se abastecen de agua pobladores de la región.

Desde entonces nadie ha podido parar la fuga, ni Petróleos Mexicanos (Pemex) ni la empresa venezola Oleoray, que explota el campo San Andrés, y a unos metros de la comunidad tiene una estación de compresión de gas y un quemador prendido de forma permanente 24 horas al día.

La compañía extranjera dice que la fuga corresponde a viejas instalaciones de Pemex y es su responsabilidad, en cambio la empresa señala que la fuga es “emanación natural” y no ha podido dar con el origen y solo controla los daños.

El arroyo Los Tejones, se encuentra entre los límites del ejido Emiliano Zapata y Rodolfo Curtis, muy cerca del Pozo San Andrés 38, que pensaron era la fuente de la contaminación, pero no era así.

El arroyo despide un fuerte olor a gas, sobre el afluente se colocaron barreras oleofílicas para impedir la dispersión del hidrocarburo, sobre la tierra se observan bolsas negras con barreras sucias y un pozo de almacenamiento concentra los litros captados, que son sacados por Pemex en pipas de vez en cuando.

Alejandra Jiménez, de la Coordinadora Regional de Acción Solidaria en Defensa del Territorio (Corason), afirmó que la comunidad ha enviado a Pemex una infinidad de oficios para que se atienda la situación, pero no ha obtenido respuesta.

“Se están aventando la pelota, hicieron un acuerdo entre las empresa para indemnizar al dueño del ganado del predio, pero no se atendió lo profundo que es el daño a la comunidad”, señaló.

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Los pobladores relataron que la contaminación al agua no es nueva, al año varios de sus arroyos incluido el Frijolillo donde se encuentra la planta potabilizadora son contaminados con derrames: “Pemex solo llega, pone químicos en el agua para sanear, y mientras nos abastece con pipas de agua, luego cuando dice que ya está saneado, pues ya volvemos a tomar de esa agua, con ella nos bañamos, lavamos platos y regamos nuestras cosechas”, contó Gumersindo González, ex comisariado ejidal.

En Ejido Emiliano Zapata donde viven 2 mil habitantes, hay al menos 62 pozos petroleros alrededor de casas y escuelas, día y noche se oye el ruido de tres turbinas de compresión de gas venteado.

A unos metros de la calle principal del pueblo, está una torre quemadora de gas, donde la llama alcanza a veces hasta 80 metros, acercarse es entrar temperaturas de hasta 50 grados.

Emiliano Zapata es una de las once comunidades que está en la zona de influencia del proyecto San Andrés, que en total contabiliza 372 pozos.

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Desde febrero del 2014, el quemador de gas de la compresora ha generado grave contaminación ambiental. Hortensia ve a lo lejos el quemador, cuenta que hay veces que el ruido de la llama es ensordecedor, se tienen que gritar para entenderse.

Pero para ella esto no es anormal, nació en el ejido y lleva más de 60 años conviviendo entre pozos petroleros, quemadores, y bimbas, el ruido ya es parte de su cotidianidad.

Las compañías petroleras justifican que el quemador es una medida de seguridad porque el gas ventado no alcanza a desfogarse por el tubo de 24 pulgadas y lo deben desfogar por el quemador.

Aunque los pobladores han intentado denunciar la contaminación e incluso exigieron el cambio del quemador, la respuesta de la paraestatal fue que será más fácil reubicar a la comunidad que cambiar la sede de la estación de comprensión y los pozos petroleros.

Para mostrar su inconformidad, en 2014, los pobladores bloquearon la vialidad principal, pero Pemex les respondió con citatorios de la Procuraduría General de República (PGR), por daño en propiedad ajena.