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Naolinco, un manjar visual veracruzano en Todos Santos
Naolinco, Ver.- Las calles de este pueblo están llenas de catrinas. Una boda, la firma de un tratado, una pulquería, un fusilamiento, unos mariachis de talavera, se pueden observar en el parque central.
Caminar por las calles de esta población es toparse con olores, comida, altares, y representaciones plásticas de escenas cotidianas protagonizadas por catrinas de tamaño natural elaboradas por el mismo pueblo.
A pesar de la lluvia torrencial que inundó las calles de Naolinco este 1 de noviembre, los visitantes envueltos en impermeables improvisados con bolsas, y paraguas hacen esfuerzos por tomarse la foto en el altar principal bajo palacio municipal o al lado de su catrina favorita.
Los restaurantes lucen a tope, y en cada local, una catrina adorna la entrada. Este año, una catrina de 16 metros envuelta en negro y morado, da la bienvenida a los turistas en pleno centro.
La tradición del “Día de muertos” va haciéndose más intensa cada año, las catrinas más elaboradas, y más casas abren sus ventanas y sus puertas para que se admiren sus altares.
Adrián Barradas, auxiliar de la Casa de Cultura, donde una gran calavera recibe a los visitantes, cuenta que los preparativos se hicieron desde dos meses antes, con un equipo de casi 50 personas, para preparar los altares, catrinas y las personificaciones.
Un árbol de muertos adorna el patio central, y Adrián relata que cada año buscan que los diseños sean más elaborados y más atractivos para los visitantes.
Relata que cada vez más gente, nacional o del extranjero, llega hasta el pueblo para vivir con intensidad la festividad de Todos Santos y admirar las catrinas de artesanía, que se han vuelto famosas e identifican a esta población.
Recuerda que la cantada que inicia en el panteón esta noche, y recorre los principales altares en casas particulares, con alabanzas, también es uno de los principales atractivos de la fiesta.
Se atreve a decir, que aunque la cantada antes era el mejor atractivo, ahora las catrinas, y los altares adornados de amarillo de cempasúchil y el rojo de la mano de león, son también un atractivo principal: “Naolinco, es en esta festival un manjar visual, auditivo, de sabor”, finaliza.
Avc