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Veracruzanos acusan a la policía estatal ante la CIDH
Xalapa, Ver. “Recientemente nos han ofrecido medidas de protección en Veracruz. Nos dicen que los policías nos van a cuidar. El problema es que son ellos mismos los que nos hostigan”, reveló un habitante de Veracruz al grupo de integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en su visita a Veracruz, en días pasados.
En un informe preliminar de su visita In Loco, la CIDH reveló algunos testimonios de familias con personas desaparecidas o víctimas de violaciones a garantías individuales en Veracruz.
En particular, recibió testimonios en contra de algunos elementos de la policía federal y las policías estatales, así como de policías municipales, que estarían coludidas con organizaciones del crimen organizado.
“A los policías y a las autoridades que no aceptan venderse a los criminales, los matan”, se lee en otro extracto del informe.
En Veracruz, la CIDH también escuchó el testimonio de una madre cuyo hijo desapareció a fines de 2013: “Ya acudí a todos los lugares, nadie nos ayuda a recuperar a nuestros hijos. No hay respuesta ni del gobierno de Veracruz ni del gobierno federal”.
Además, se recibieron testimonios de muchos familiares sobre las amenazas y el hostigamiento que sufren para que dejen de buscar verdad y justicia.
“Las amenazas son reales. Estamos en riesgo, pero también convencidos de que callar no es opción. O hablamos con el riesgo que me maten; o si no hablamos, de todos modos, pueden matarnos”, fue otro testimonio recibido por la CIDH en Veracruz.
La Comisión agregó que la violencia se da en gran parte del país, pero afecta de manera diferenciada a ciertas zonas.
En las principales zonas de tránsito de migrantes—el Istmo de Tehuantepec y los corredores migratorios de Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Estado de México, Tlaxcala, Veracruz y Tamaulipas—resienten la violencia relacionada al tráfico de drogas y armas, y a la trata de personas.
Mientras que en los estados fronterizos con Estados Unidos de América—Baja California Norte, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas—sienten de manera particular la violencia relacionada al narcotráfico y al crimen organizado.