Xalapa, Ver.- (AVC) La Reforma Energética lejos de beneficiar, impactará ambientalmente a Veracruz, pues la técnica de extracción petrolera de la fracturación hidráulica – fracking-, impactará el 42 por ciento del territorio en la entidad, afectando cuencas hidrológicas y sitios ramsar, advirtió Emilio Rodríguez, integrante de la Alianza Mexicana contra el Fracking.

Reveló que hay estudios de la Comisión Nacional de Hidrocarburos que han señalado que en la ronda uno y cero, el territorio de Veracruz sería impactado, lo que derivará en conflictos sociales por el despojo de tierra para explotación petrolera.

Según los datos oficiales de la CNH, esta técnica se podría implementar en territorio indígena “ Impactaría el 35 por ciento de pueblo totonaca, el 20 % del náhuatl en la zona norte”.

Advirtió que los datos de la ronda uno y cero, señalan afectaciones en el 80 por ciento del sitio ramsar del sistema lagunario de Alvarado, el 100 % del santuario del Loro Huasteco y el 100 % de la sierra de Otontepec.

A la fecha las cuencas de Panuco, Tecolutla, Cazones, Tuxpan, Bobos- Nautla, Actopan, La Antigua, Jamapa y El Papaloapan, también podría estar impactadas.

Advirtió que las prospecciones hablan de que para el segundo semestre del año comenzarían a licitarse algunas de las asignaciones petroleras en el norte de la entidad, en el Paleocanal de Chicontepec.

Explicó que esta técnica explora hasta 5 kilómetros de profundidad, contaminando de forma directa los mantos freáticos como se ha demostrado en estudios realizados en Pensylvania, Estados Unidos donde la técnica se utiliza.

Sin embargo, aclaró que esta técnica no es nueva en Veracruz, pues a través de una solicitud de transparencia, Pemex reconoció 230 pozos en la Chicontepec, y Agua Dulce con esta técnica.

“Pero los 230 pozos que dice Pemex, pueden significar 800 o más de mil, pues está técnica explora 5 kilómetros de profundidad y hasta 10 o 20 kilómetros lateralmente en el subsuelo”, advirtió.

Recordó que la implementación de esta técnica trae como consecuencia graves daños ambientales y sociales, entre ellos: disminución de la disponibilidad de agua en los pueblos, pues esta técnica requiere de entre 9 a 29 millones de litros de agua para la fractura de un solo pozo.

Además, emisiones de gases contaminantes, contaminación de pozos de agua con sustancias químicas que pueden producir cáncer.

Adelantó que ejidatarios en la zona norte de la entidad se preparan jurídicamente en coordinación con organizaciones ambientales para defender sus tierras para impedir la entrada de proyectos extractivos.