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A cinco años de Karl, promesas que nunca se cumplieron

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Aunque se destinaron nueve mil millones de pesos para la reconstrucción, aun hay obras sin concluir.

La Antigua, Ver.- Han pasado casi cinco años desde el paso del Huracán Karl que devastó Veracruz, y aunque se destinaron nueve mil millones de pesos para la reconstrucción, aún hay obras sin concluir.

Las comunidades de La Antigua son un ejemplo de ello. Ahí, cientos de familias perdieron sus casas en 2010, cuando el desbordamiento del Río alcanzó más de tres metros de altura.

Parte de las familias damnificadas de El Cascajal, Salmoral, San Pancho, fueron reubicadas un año y hasta dos años después.

La promesa que no se cumplió

El 24 de agosto del 2011 el gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa, entregó las primeras 134 de las 364 casas que se construirían en la colonia El Aserradero -en la entrega prometió que el resto de las casas se entregarían en seis semanas-, en ese anuncio dijo que la inversión total sería de 554 millones de pesos.

Pero fue hasta febrero del 2012 -seis meses después- cuando el entonces secretario de Desarrollo Social, Marcelo Montiel Montiel, entregó las nuevas 120 casas.

Con ello se completaron 254 viviendas, y se prometió que se construirán las 110 restantes, pero esto nunca sucedió.

Según la información emitida por la Sedesol, el conjunto habitacional contaría con área de juegos infantiles y una planta potabilizadora que daría servicio a las casas entregadas y habría un espacio deportivo.

Durante la entrega hecha el 2 de febrero de ese año, el funcionario informó también que estaba en construcción la planta tratadora de aguas negras y la introducción de la red subterránea de alumbrado público para beneficio del Aserradero.

“En la unidad se instalaron también módulos de alfabetización del Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos, caravanas de la salud y asesorías sobre el correcto uso y cuidado del agua”, señaló en ese entonces.

La realidad es otra, las obras nunca se terminaron y la realidad es distinta a los anuncios institucionales.

El 17 de septiembre de este año se cumplirán cinco años del desastre, y las promesas siguen sin cumplirse, no se han terminado de construir las casas, solo pusieron planchas de concreto como inicio, pero nunca se construyeron, el material solo se echó a perder.

Para llegar a esta colonia desde La Antigua se atraviesa un camino sin pavimentar de diez minutos, y desde la carretera Xalapa- Veracruz se abre un pequeño camino más corto, sin embargo no hay transporte público para salir o entrar y se debe caminar por la autopista.

Llegar de noche es entrar en la boca del lobo, por sus calles el alumbrado público es casi inexistente, y los focos de las casas apenas alumbran los patios.

Del total de familias que ahí serían reubicadas no todas alcanzaron vivienda, muchas aun siguen con familiares, o de plano ante la falta de una vivienda siguen viviendo en las zonas de riesgo donde el río es una amenaza latente.

La casa de José fue destruida por un árbol, él si salió censado y sorteado para ocupar alguna de las 250 casas que se construyeron, pero reconoce que hay algunos damnificados que nunca fueron reubicados, e incluso hay una persona de El Palmar que sigue viviendo en el albergue de La Antigua.

Los damnificados vivieron casi un año en el albergue, hasta que fueron reubicados en El Aserradero, con la promesa de una colonia con todos los servicios.

Sin escuela ni servicios de salud

El aserradero es hoy, una de las colonias más grandes de La Antigua, pero sin escuelas, centro de salud cercano, alumbrado público, ni servicios necesarios.

La colonia está ubicada al lado de una vieja estructura de material, que sería un Conalep que nunca se concluyó, lo mismo pasó con el salón que prometieron serían módulos de alfabetización del Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos, y talleres para personas, el edificio luce abandonado y parte sigue en obra negra.

José recuerda que al principio les llevaron una planta potabilizadora de agua, pero después se la llevaron y nadie la volvió a ver.

“Nos dijeron muchas cosas, pero al final no cumplieron, lo que necesitamos es luz, drenaje, y en tiempos de agua, todavía tenemos inundaciones más leve, pero hay”, dijo.

También les prometieron una planta de tratamientos, pero nunca se construyó, los deshechos van a dar a un hoyo, que por las tardes despide fuertes olores que no se soportan.

Adrián Morales, originario de San Pancho y ahora vecino de El aserradero, afirmó que todavía le falta urbanización a la colonia, no son dueños de las casas, pues aun no tiene escrituras, y siguen esperando las promesas del gobierno.

Los vecinos han pedido transporte, o un puente peatonal que cruce la autopista Xalapa- Veracruz, pero no han sido escuchados por las autoridades.

Para salir de la colonia un taxi les cobra hasta 35 pesos en una corrida, y por las noches durante las emergencias, los vecinos se comunican para pedir aventones.

Rosa María Rosas, vecina de la colonia señaló que han pedido un dispensario médico a falta de un centro de salud, y alumbrado público en la zona.

La obra no está municipalizada, el ayuntamiento no puede hacerse cargo de las obras de la nueva colonia, por lo que los vecinos damnificados siguen con graves carencias.

Avc