Gonzalo Iván Chincoya supo mover sus cartas y esa cautela, como la del zorro, merece ser reconocida y aplaudida. Hoy en día presume de reuniones con el operador político del gobernador en la legislatura, el exvendedor de autos Juan Javier Gómez Cazarín, hasta se van de antro juntos y este último hasta usa el lenguaje incluyente para referirse a Chincoya.

Si esa inclusión la aplicaran ambos en legislar, la agenda de la diversidad sexual LGBTQ+ otra cosa sería, porque lo del matrimonio igualitario fue un logro de sociedad civil organizada, con litigio ante la Suprema Corte de Justicia De la Nación (SCJN). No tenían de otra más que reformar. Y en última instancia la iniciativa de matrimonio para homologar dicho mandato de la SCJN lo subió el diputado Ramón Díaz del PT.

El acuerdo con el oriundo de Hueyapan de Ocampo fue que se aprobara desde Morena con una iniciativa saliente desde Morena, esa frase tan común de “colgarse la medallita” es una práctica muy común en Morena, y fue ahí donde entró en acción Chincoya, quien buscó ayuda con académicos de la Universidad Veracruzana para que hicieran la propuesta Legislativa. Esa es la única iniciativa que el “Diputade” ha subido a tribuna en un año, solo se ha dedicado a andar en eventos de mítines de Morena, aplaudiendo a Cazarín, al gobernador y demás integrantes de la 4 T en el estado. Ha creado comités de diversidad sexual de Morena (sin presupuesto) en varios municipios con personas LGBTQ+, que serán utilizados en las próximas elecciones para promover el voto.

Conocí a Iván Chincoya en una junta para organizar la marcha del orgullo en el puerto de Veracruz, llegué sin ser invitada a un restaurante en la avenida independencia, ahí estaba Chincoya con varios jovencitos LGBTQ+, algunos de ellos fueron sus amantes aun siendo menores de edad, pero bueno esa es otra larga historia. Tuvimos una gran alianza desde los colectivos donde yo era voluntaria. El movimiento político que mencionaba mucho Chincoya, en aquel entonces el Movimiento Regeneración, como era conocido en los grupos de la academia y organizaciones sociales, comenzaba a gozar de popularidad, ya que estaban siempre en cualquier marcha o evento de derechos humanos en el estado y país.

En el parque Zamora de Veracruz se volvió una tradición los eventos de diversidad sexual liderados por el Movimiento Regeneración. Me fui alejando de Chincoya cuando me llegaron unas fotos de un jovencito de 16 años que se quejaba de él y decía que fue su pareja, no podía creer que con quien tenía afinidad en la lucha de los derechos humanos, hiciera eso.

El fue a mi departamento de aquel entonces, y yo fui a su casa un par de veces. Incluso hablábamos largas horas, en algunas ocasiones me pedía algún consejo sobre los derechos humanos o alguna estrategia. Siempre era muy reservado y se mantenía al margen de casi todo. De hecho, en una ocasión que hicimos manifestación frente a la iglesia católica, acudió por la amistad que teníamos y le pedí que me acompañara.

Tiene una formación y conocimiento de las necesidades, por eso cuando fue elegido en el OPLE con el número uno en la diputación plurinominal como persona “no binario”, fui la primera en decir que yo podía haberme autodescrito como mujer trans no binario y seria mía esa posición, porque mi abogada y yo lo hablamos cuando también tuvimos la resolución del litigio estratégico para obtener las acciones afirmativas. Yo decidí no mentir, pero Gonzalo Iván Chincoya solo vio una oportunidad que tal vez no se volvería a repetir. Cada quién sus principios, lo que sí es también muy cuestionable, no solo por mí sino por varios colectivos LGBTQ+ en el estado, es su desempeño en la curul.

Este año como diputado local facturó un aproximado de un millón 200 mil pesos, sin agregar el gasto que ejerció por dirigir alguna comisión o pertenecer al comité de alguna. Podría haber ganado 5 millones de pesos, pero su obligación son resultados. Veracruz sigue en los focos rojos con los crímenes de odio, y las mesas de trabajo entre sociedad civil y fiscalía desde la última huelga de hambre que hicimos, no se han vuelto a crear.

Los servicios de los Capasits son cada vez más detestables y se siguen muriendo pacientes que viven con VIH por falta de atención. Sigue congelada la iniciativa para reconocer jurídicamente a las personas trans, cuya creación logramos desde 2018. Del consejo estatal para prevenir y eliminar la discriminación ni hablamos, con eso de la 4T que cuenta los centavos donde no obtendrá beneficios.

En materia turística, Veracruz tiene muchas atracciones, pero no han presentado ningún plan para activar ese nicho de ganancias millonarias, en el que obviamente si no hay seguridad, nadie querrá acudir a un estado donde lo que gobierna es la ley de la selva, despotismo e influencias.

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