¿Y Ramos Alor, para cuándo?

  • Rocío Hagmaier Espinoza
Crónica y crítica de un Secretario nepotista, prepotente e ineficiente

¡Atención! Se le solicita humildad a este Gobierno para reconocer que las cuestiones de salud no marchan bien, necesitamos un cambio.

Roberto Ramos Alor, cercano a Rocío Nahle García, actual Secretaria de Energía a nivel Nacional llega a la Secretaría de Salud por su “destacada trayectoria” en este sector. Su discurso de llegada era la palabra del cambio prometido en la procuración de la salud veracruzana, …” Los veracruzanos hemos vivido la impresionante crisis de salud; hospitales sumidos en el descrédito popular, sin cumplir con las normas internacionales; programas prioritarios que sólo van en el discurso. Este diagnóstico ustedes lo han vivido en carne propia cuando van a la sala de urgencias, cuando se quebranta su salud y van a buscar atención especializada; donde la gente pobre por no tener dinero se muere y sufre afuera de las salas (…) los enfermos tienen que vender su pequeña parcela, su cochino, su vaca para pagar en los hospitales (…) Vamos por el rescate de la salud (…) por ahí vamos a empezar).

A menos de los primeros 100 días, ya se había difundido una lista de lo que hubiera sido la Secretaría de Salud en el Estado  para convertirse en una <<Agencia de Colocación Familiar>> con nombres de al menos siete familiares beneficiados que se incorporaron a la nómina de la dependencia, evidentemente el resultado a esta acusación fue negada y demeritada como cualquier otra denuncia ciudadana a este régimen absolutista bajo su premisa mayor “Quieren afectar el cambio, nosotros somos los buenos y los que no estén con nosotros, es porque son corruptos”

Comenzaron las pequeñas manifestaciones para solicitar la intervención del Secretario en cuánto a los temas de desabasto de medicamentos, sobre todo en un tema delicado como lo es el tratamiento para el cáncer, entre otros, comenzó la negativa para pronunciarse al respecto, ¿la respuesta? Nos heredaron este problema, no es nuestra culpa.

Al parecer, las preguntas un tanto incómodas para el Secretario respecto de los avances en materia de salud del Estado comenzaron a causar la irritación del funcionario hasta el día del controversial “Ningún chile les embona” comentario que causó revuelo dentro y fuera de redes sociales y no porque en Veracruz nos espantemos al escuchar palabras altisonantes o albures sino que a medida que pasaban los días cada vez más se dejaba ver la falta de preparación del Titular y se asomaba el hombre que no se deja confrontar, el que se voltea cuando le interrogan, el que se sabe con la confianza para ocultar datos tan relevantes como lo son las cifras, en ese entonces de desabastos y quirófanos colapsados por la bendita austeridad. 

Eso no ha sido todo, pues como la chimoltrufia, en Veracruz como dicen una cosa dicen la otra, y es que cuando se hablaba de la suspensión de más de 400 casos de tratamientos de hemodiálisis por “irregularidades administrativas” el Gobernador desmintió esta declaración y por supuesto que la sociedad empieza a desconfiar ¿a quien le creemos? Opino que se le cree a la persona que te encuentras y te lo cuenta, opino que le crees a quien te platica con angustia como a casi un año de gestión… ¡No hay gestión! Sino decremento en cuánto al apoyo, al menos en la columna que se escribe hoy, en el sector salud.

No es recordar por recordar; esta crónica regresa al discurso principal del Secretario para cuestionar ¿cuándo va a terminar la crisis de salud? ¿cuándo van a dejar de morir personas a causa de la negligencia médica, a causa del desabasto de medicamento? Son un poco más de 10 meses de buscar culpables y atraer fantasmas del pasado, no es una cuestión política. Ya hemos caído en un problema de gran magnitud de salud pública y eso, que aún no se toca el DENGUE.

No son temas personales, son de interés y preocupación colectiva. Pues de julio a la fecha no se contó con una cultura de prevención como en años anteriores, si bien es cierto que esta enfermedad se incrementó en al menos 600% más que años anteriores y que también hubo confusiones en las declaraciones, prohibición para hablar de ello en la SS, los ciudadanos estábamos en desconocimiento del avance de la propagación del mosquito.

No, Señor Secretario, los medios de comunicación no son promotores de división, Ustedes solitos hacen bien la labor de desacreditarse; entre dimes y diretes, renuncias de Jefes de Hospitales, desabasto de preservativos, declaraciones evasivas, ya son más de 7,000 casos de dengue en el Estado, eso es innegable.

En escasas tres semanas se registraron casi 2,000 casos más los que ya había, sin embargo, <<ganamos un primer lugar>>, es cierto, encabezamos la lista como el Estado con más casos de esta enfermedad y es preocupante; aunado a ello, con las críticas y comentarios que siempre surgen de los defensores de la 4T, ya empiezan a haber amparos por la omisión y posible comisión de delitos ante la falta de acciones en relación con la aplicación de tratamientos para el cáncer que debieran estar siendo atendidos, ello sin contar que este mes de sensibilización en el marco de la lucha contra el cáncer de mama ha pasado como si-nada-ocurriera.

Pasando contradicciones de rutina, en Jalisco, el Grupo Legislativo de Morena presentó un exhorto al Gobierno para la destitución del Secretario de Salud por motivo del aumento de casos de Dengue, allá. En Veracruz, Cuitláhuac, en su calidad de vocero del equipo transformador, sigue otorgándole la confianza a quien hace poco más de un año prometía acabar con la crisis de salud en el Estado emulando a su líder supremo López Obrador con discursos para el pueblo y pantomimas en el pódium, falsa oratoria, falso discurso, resultados fatídicos.

En términos jurídicos, conforme a la Ley Estatal del Servicio Civil en Veracruz en las causales de suspensión definitiva al nombramiento, al reglamento internos de la Secretaría de Salud y conforme a la crisis que actualmente vivimos ¿Cuándo se va Ramos Alor?: la pregunta incómoda que hacemos todos los veracruzanos pero que en la “cúpula del poder” no quieren escuchar, más bien, no quieren dar respuesta.

Invito al H. Congreso del Estado de Veracruz a replicar la acción que se tuvo en Jalisco, bajo fundamentos legales, tratando con pinzas la notoria ineficacia del Secretario de Salud, hagan un teatro como saben hacerlo, pero pidan la remoción del compañero, no afecten más, véanlo con el tinte que mejor les quede: el político, de apariencia intelectual, EL DE LA CONGRUENCIA: les digo, ¡No queremos más muertes!