En la Edad Media, principalmente en Europa, la población se inclinaba ante el sumo poder del Rey; no había contrapesos, ni legales, ni electorales, quien fuera el Rey tenía poder absoluto para quitar y poner a quien feura a su antojo. Hoy, Veracruz no cuenta con un Rey, ni con una Reina, Veracruz cuenta con un bufón absolutista acompañado de secuaces obedientes que replica esta forma de Gobierno medieval sin que alguna fuerza política sea lo suficientemente fuerte para detenerlo. 

Hacia hace poco más de un año se celebraba un triunfo electoral abrasante, “la democracia había ganado, no había lugar para pensar que habían existido acuerdos; el hartazgo, el enojo, el repudio hacia los políticos de larga trayectoria política (sea buena o sea mala) dieron lugar a que las boletas vencidas fueran refrendadas y más que pagadas el 01 de julio de 2018 demostrando que en el Estado llegaba una nueva fuerza política a gobernar: MORENA. 

Empoderados, llegaron quienes se dicen pieza clave de la victoria; en la prepotencia a instalarse, los nuevos burócratas, algunos por primera vez probando el sabor de la comida de oficina, las compras por quincena, ellos eran los honestos, los buenos, los que iban a cambiar el mundo… se les olvidó, a la mayoría le molesta atenderte otros no saben para qué están en donde están; los jefes se bajarían los sueldos, vivirían la austeridad… De eso, nada. 

Sí bien es cierto que la Entidad necesitaba un cambio, aires nuevos, también se necesitaba de toda la disposición de los gobernantes para estar abiertos al diálogo plural, a los acuerdos, a la diplomacia, pero para ello, deberían ser políticos.

Para no rodear más el tema, les cuento, de igual forma en la Edad media para estar en contexto de cómo se respira últimamente el ambiente en Veracruz, existían los bufones, personas que a través de su gran habilidad para hacer pantomimas y chistes se ganaban un lugar privilegiado en el poder ¿coincidencia?

A pesar de contar ya con varios “taches” por parte del Presidente de la República, que se derivan de la notoria ingobernabilidad que se vive en el Estado, la ola de inseguridad, el temor de la ciudadanía de no contar con la certeza de poder llegar a sus casas, nuestro Gobernador sigue haciendo su chamba, él y a los que les tocó hueso piensan que van bien, los veracruzanos de nacimiento y corazón pensamos lo contrario, vivimos ante el poder absolutista que frena, denigra y destruye a las ideologías diferentes. 

Los despidos masivos, las remociones a modo, la poca importancia que se le da a los delitos cometidos en contra de la mujer y de la comunidad LGBTTTIQA+ sin contar la enorme lista de desaparecidos que cada día aumenta, los niños en las calles, la mendicidad creciente, los cobros de piso, municipios ingobernables, la falta de prevención del dengue, la falta de medicamento, la ironía de la Senadora Gloria Sánchez quien dijo que no hay culpa en los más de 4,000 casos de dengue sino que recae en el clima, el descaro del Secretario de Salud Roberto Ramos al prohibir las declaraciones referentes a este tema y demás comentarios por parte de los funcionarios y del Titular del Ejecutivo que a lo largo de poco más de 10 meses son cada vez más intolerables. 

¿Cuándo se va a perder el absolutismo en Veracruz? Sí a medida que tiene nuevas ocurrencias no hay fuerza que lo pueda parar: El clero, minimizado, desacreditado, nulificado, el sector educativo peleando por que se le den los recursos necesarios para subsistir, los partidos políticos reducidos a nada, uno por una parte en el mitote de ver quien los va a presidir, el otro poniéndose la coraza de oposición, pero otorgándole sin chistar el apoyo para lo que haya que votarse, y los otros, esperando las alianzas. Los otros datos de la nueva encargada de la FGE, la cacería de brujas al más puro estilo del bienio pasado, ¿El PJEV? Sin comentarios, para no ser alarmista y sin querer recurrir al romanticismo político, esta columna invita a que juzgue por Usted mismo, ya que la responsabilidad de quitar todo ese peso que ya recae en el poder ejecutivo corresponde a la sociedad civil demandar y hacer señalamientos objetivos, exigir que cumplan sus promesas de campaña, que se respire un aire de esperanza, y que por favor ¡Ya no haya más subejercicio! Veracruz necesita gobernantes serios, no bromistas de paso: no lo olvidemos, nos quedan poco más de 5 años con el Gobernador, pero el absolutismo se puede retirar en 2 años.