• Xalapa

Casas afectadas por deslave penden de bambús en colonia de Coatepec

  • Carlos Caiceros
Los habitantes fueron removidos por autoridades municipales a un lugar que no cuenta con los servicios básicos

La familia de Aurelio Pérez Morales se salvó de morir gracias a unos bambús. Un deslave que ocurrió hace tres años, debido a una tubería sin mantenimiento, dañó estructuralmente dos casas, la suya incluida, poniendo en riesgo a decenas de familias asentadas en la zona.

La otra vivienda se encuentra suspendida en un voladero, con los cimientos a la vista y fracturas cada vez más visibles. Los residentes fueron reubicados por autoridades municipales, pero a un sitio sin los servicios básicos.

En el caso de Aurelio, los carrizos sembrados al lado de domicilio, ubicado en el andador 1 de la colonia Los Lirios en Coatepec, impidieron el derrumbe y el colapso de la estructura que se hundió unos 30 centímetros.

Su familia "nació de nuevo" el 16 de septiembre de 2019, pero también tuvo que mudarse y actualmente pagan renta. Todos los días regresa a su patrimonio para cuidarlo y confía en que el gobierno encuentre una solución.

“Las autoridades nos han dado la espalda. Cumplimos tres años sin ayuda y hemos ido a CONAGUA, a Protección Civil de Xalapa, a gobernación a Xalapa y nos cierran la puerta en la cara”, reprocha.

El hombre recrimina también que el único argumento de la autoridad es que no hay presupuesto para atender la situación. ¿Y entonces dónde están nuestros impuestos?, cuestiona.

En el lugar hay otras viviendas al borde del colapso, incluyendo las de otras colonias situadas debajo de Los Lirios como Los Manantiales. De continuar los deslaves podría ocurrir una tragedia.

AYUNTAMIENTO SE DESLINDA

En entrevista Aurelio recuerda que aquel 17 de septiembre de 2019 los cimientos de su casa quedaron reblandecidos, tras varios días de estar soportando el impacto del agua.

Así, de la altura en la que su vivienda estaba, se ladeó alrededor de 30 centímetros hacia abajo.

“Desde que empezamos a ver que no había agua nosotros reportamos y nos tomaron a locos, no nos hicieron caso”, dice.

Aurelio acusa que tres años después las pruebas que presentaron y que denotan una negligencia de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS) por falta de mantenimiento, han desaparecido.

Es decir, todos los reportes previos que dieron sobre la tubería, las fugas de agua de la misma y los posteriores al deslave, ya no aparecen en ningún lado. “Se quieren deslindar del compromiso de este problema”.

Y es que, al paso de los años, la casa de Aurelio continúa hundiéndose, de ahí que el riesgo no ha disminuido y las grietas en sus paredes pasaron de dos a cinco centímetros.

Debido a ello, tuvo que ser desalojado de su casa, aunque los gastos deben ser costeados por él pues ni siquiera recibieron ayuda económica.

Desde entonces, Aurelio divide su tiempo entre dormir en la casa que renta con sus siete familiares e ir a cuidar los restos de vivienda que le queda para evitar que la desvalijen. Cuando no está en ninguna de las dos casas, anda haciendo trabajos de reparación en general, de lo que se mantiene.

“Aquí ya se va desbordando cerca de tres metros porque el agua va desbordando. Y va a llegar a mi casa”, lamenta.

RIESGO INMINENTE PARA TODOS

Otros vecinos narran que el riesgo por los deslaves, avivado por las lluvias de las últimas semanas es inminente para toda la colonia.

Ello, porque las viviendas están establecidas en lo que era un nacimiento de agua, que ya reclama su territorio.

Y es que, entre otras cosas, han solicitado al gobierno municipal que construya un muro de contención y lleve a cabo las maniobras necesarias para evitar tragedias por el socavón y constantes deslaves que han dejado parte de una vivienda en el aire.

Sin embargo, nada ha ocurrido y son muchas las familias han debido abandonar su patrimonio, mudarse del lugar donde tenían una vida establecida y erogar gastos no contemplados como la renta de nuevas viviendas.

Otra de las afectadas, Ruth Acosta Molina, quien vive a dos casas del domicilio que está prácticamente “volando”, señala también que esto ha ocasionado daños en las viviendas colindantes.

La situación, agravada por las condiciones climáticas actuales y venideras, es un temor permanente de que ocurra una desgracia, pues hay familias que tienen niños pequeños o adultos mayores y podrían quedar sepultados en caso del desgajamiento del cerro.

“La casa que está volando ya se ha ido despegando de todos los alrededores, tenemos miedo de que en cualquier momento suceda lo inesperado, que se vaya al voladero, estamos temerosos porque se puede llevar más casas”, expresó.

Una revisión al lugar deja en evidencia que la casa con mayor afectación prácticamente está a nada de desprenderse de los ya debilitados cimientos que apenas y la sostienen.

Precisó que ya ha habido situaciones que lamentar, pues un deslizamiento de tierra entró a una casa donde se encontraba una persona con sus hijos.

La tierra llegó hasta la cocina ante la sorpresa de propios y extraños que han visto cómo a lo largo de los años, no se les ha puesto atención.

Ello, pese a que las autoridades municipales se habían comprometido a atender la problemática; sin embargo, han argumentado que por falta de recursos económicos no se ha construido un muro de contención y tampoco han cumplido con derribar esa y otras casas cercanas para matizar el daño en viviendas contiguas.

Recientemente, la gente colocó una lona donde exige al ayuntamiento de Coatepec que atienda la situación de manera urgente, antes de que pueda suscitarse una desgracia.

“No son solo bienes materiales, sino vidas. Todas las familias casi tienen niños y no es justo que se pierdan esas vidas por dejarlo al ‘ahí se va’”, lamenta.

La mujer reconoció que lo ocurrido en las viviendas no es culpa de ninguna autoridad, sin embargo, enfatizó que sí es responsabilidad del gobierno disminuir los riesgos que esto trae consigo.

“Yo he pedido que, si esto va a seguir, que nos reubiquen porque yo no quiero seguir viviendo con la incertidumbre de que en cualquier momento pueda ocurrir algo”, señala la mujer de 61 años.

Agregó que todas las familias, las asentadas legalmente e incluso las irregulares, necesitan con urgencia una reubicación.

Pero no solo sacarlos de la colonia y llevarlos a otro sitio, sino garantizarles el acceso a los servicios que ya venían gozando, pues señaló que la afectada directa de la casa que está “volando”, fue reubicada una calle debajo de su propia vivienda, lo que no subsana en nada el riesgo, pues ahora está en peligro de que su casa caiga sobre ella y otras familias.

“Hay humedad abajo, no tiene los servicios de drenaje, ni de luz, ni de agua. ¿De qué apuro la sacaron? De ninguno”, reprocha.

Un hecho que también acrecienta el temor de los vecinos, son los movimientos telúricos de consideración que se han venido presentando desde aquel año.

Si bien no pueden afirmar que estos hayan agravado la situación, consideran que tienen también algún tipo de impacto.

Mientras eso ocurre, las familias siguen esperando una respuesta, encontrando más bien reproches del por qué compraron y edificaron en esa zona.

“No se trata de ver por qué construimos y compramos. Nos dieron los permisos y le dieron el permiso a quien nos vendió. No se trata de buscar culpables, sino respuestas y soluciones al problema que ya tenemos”, enfatiza la mujer.

 

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