Veracruz, Ver.- Con cartulinas y reclamos a la Fiscalía General del Estado, integrantes del Colectivo Solecito de Veracruz recibieron a la misión de la Embajada de los Estados Unidos en México que ingresó a las fosas clandestinas ubicadas en un predio contiguo al fraccionamiento Colinas de Santa Fe, en donde se localizaron del 2016 a la fecha 300 cuerpos.

Dana Brown, asesora política de la embajada norteamericana habría hecho su arribo a la puerta de acceso custodiada por personal de la Policía Ministerial unos minutos antes de las 9:00 de la mañana, a bordo de una camioneta blindada y custodiada únicamente por su guardia personal.

No hubo declaraciones de su parte, solo una persona descendió del vehículo para identificarse con los custodios de la FGE que resguardan el acceso, quienes de inmediato permitieron el paso.

Minutos antes los familiares de desaparecidos reclamaron enérgicamente la falta de sensibilidad del fiscal Jorge Winckler Ortiz, quien se niega a reunirse con ellos, a pesar de la coyuntura por la disputa a mediática que mantiene en su contra el Gobierno del Estado.

Hugo Alberto Martínez Saldaña, fiscal Especializado para la atención de Personas Desaparecidos, vivió de cerca los reclamos al arribar al sitio a bordo de una camioneta tipo pick-up polarizada. 

Sin embargo, apenas intercambió miradas con las madres de los desaparecidos cuando estás le reclamaban en plena entrevista que daba a los reporteros.

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En sus declaraciones a la prensa el funcionario detalló que la visita de la Embajada de los Estados Unidos es con fines humanitarios, a solicitud de los propios colectivos.

“Viene Dana Brown quien está adscrita a la Embajada de los Estados Unidos en México y solicitó el acceso para hacer esta inspección (…), es un tema que le interesa a la embajada y también vienen por invitación de un colectivo de familiares de desaparecidos.

El motivo de la visita es únicamente para conocer el lugar y obviamente platicar con las personas de los desaparecidos”.

Sobre los señalamientos en contra de la Fiscalía, el funcionario afirmó que existen reuniones periódicas con los representantes de los colectivos, aunque reconoció que no de manera personal con el fiscal Jorge Winckler, argumentando que él relega esas atribuciones.

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Cementerio clandestino

Las fosas de Colinas de Santa Fe se consideran el cementerio clandestino más grande de América, con 125 entierros de donde se exhumaron en los últimos dos años y medio 298 cuerpos y 14 mil restos óseos.

No obstante, hasta ahora las autoridades solo han logrado la identificación del 10 por ciento de las personas enterradas en el lugar, de acuerdo con integrantes de dicha agrupación.

Guadalupe Torres es una mujer que supera los 70 años de edad, originaria de Úrsula Galván, busca a su hijo José Luis Márquez Ortiz desaparecido desde mayo del 2017.

Desde entonces hasta la fecha, el proceso de investigación por parte de la Fiscalía General del Estado no registra ningún tipo de avance, afirmó la mujer desesperada.

“Es un dolor insoportable, día tras días, noche tras noche, no podemos dormir y no podemos comer, aunque nos vean como nos vean es un dolor insoportable no saber nada sobre nuestros hijos, no podemos soportar este dolor, de verdad.”

Consuelo Pardo, quien busca a su hijo Saúl Ruiz Pardo, lamentó que el fiscal general no muestre la mínima voluntad para reunirse con los familiares de los desaparecidos.

Pero que además no exista por parte de la dependencia una labor integral para realizar las búsqueda, pues en temas fundamentales como la elaboración de bases de datos genéticas no se tienen avances.

Señaló que en más de tres ocasiones les informan que los perfiles genéticos que recogen se perdieron, lo que frena la identificación de restos en las fosas clandestinas de Colinas de Santa Fe.

“Winckler es una porquería, venimos nosotros precisamente a manifestarnos y a ver cómo han seguido trabajando porque no tenemos apoyo, Winckler es el problema porque si anda mal la cabeza los pies andan de la fregada”, declaró.

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