La Convención de Aguascalientes
- Luisa Martínez Baxin
A 107 años de la conmemoración de la Constitución Política de 1917 es relevante hacer hincapié en un acontecimiento que determinó el rumbo del país, es decir la Convención de Aguascalientes cuando Venustiano Carranza, Emiliano Zapata y Francisco Villa se convirtieron en los personajes principales.
Convocada por Venustiano Carranza, la convención inició sus sesiones el 1 de octubre de 1914, en la Ciudad de México. Uno de los asuntos que se abordaron fue la discusión del programa político del gobierno provisional de la República, la invitación a participar a los delegados zapatistas y villistas, la renuncia de Carranza a su investidura de Primer Jefe de la Revolución, y la soberanía de la Convención. Acudieron más de 70 personas, 58 militares y 12 civiles.
Tomando en cuenta el Plan de Guadalupe, Venustiano Carranza argumentó a los miembros de la convención en su discurso del 3 de octubre, uno de los puntos más importantes en los que se debería enfocar el gobierno provisional: el problema agrario, la libertad municipal, las leyes justas para los trabajadores; también hizo hincapié a los oyentes sobre los problemas que tenía con el villismo.
Al trasladarse la convención a la ciudad de Aguascalientes y reiniciar sus labores el 14 de octubre, su relevancia impactó con la asistencia de los representantes zapatistas y villistas, el reconocimiento del Plan de Ayala, la ruptura entre Venustiano Carranza y Francisco Villa, la designación de Eulalio Gutiérrez como presidente provisional de la República y el desconocimiento de Carranza de las resoluciones tomadas por la convención.
Sin embargo, cuando la convención reanudó sesiones el 1 de enero de 1915 y al contar con la asistencia de villistas y zapatistas; derivado de los conflictos que tenían con las fuerzas constitucionalistas en la Ciudad de México trajo como consecuencia el traslado temporal de la Convención a Cuernavaca, iniciando labores el 31 de enero de 1915.
Es así como en el Teatro Porfirio Díaz de esta ciudad, se discutió el proyecto de Reformas de la Revolución, las cuales trataban sobre la destrucción del latifundismo, creación de la pequeña propiedad, devolución de los ejidos a los pueblos, creación de bancos agrícolas para fortalecer la agricultura y el establecimiento de escuelas de agricultura y de estaciones de experimentación agrícola, construcción de vías de comunicación, protección de las explotaciones mineras y petroleras, la prohibición de monopolios; reformas a la legislación sobre la sociedad anónima, revisión de las tarifas ferrocarrileras, implantación del voto directo, suspensión del Senado, de la vicepresidencia de la República y de jefaturas políticas, adopción del parlamentarismo como sistema de gobierno; soberanía de los estados; libertad económica y política de los municipios, reconocimiento legal de uniones y sociedades de obreros, reconocimiento al derecho de huelga y de boicot, derecho a la educación, pensiones de retiro y accidentes de trabajo; reglamentación de las horas de trabajo y de seguridad en talleres y minas, supresión de las tiendas de raya y del sistema de “vales”; protección a los hijos naturales, legislación del divorcio; reformas al derecho común, educación laica, reorganización del ejército nacional y regularización de la Hacienda pública.
En un principio la convención estaba pensada como un espacio de diálogo y de una lucha diplomática entre villistas y constitucionalistas, aunque Felipe Ángeles, perteneciente a la División del Norte, consideró que era necesario incluir al Ejército Liberador Zapatista para discutir los acuerdos importantes de trascendencia nacional, principalmente lo referente a la forma en que se habría de administrar el poder obtenido.
Es de mencionarse que Carranza no comulgaba con las acciones e ideas de villa y zapata, por tal motivo, rompió con la convención y esta misma lo desconoció como encargado del Ejecutivo y asignó el mando del Ejército Convencionista a Francisco Villa. Al ser desconocido como Primer Jefe, Carranza se dirigió rumbo a Veracruz y en Puebla hizo un llamado a sus seguidores para combatir la Convención.
Gobernadores y generales leales a Carranza retiraron a sus representantes de la Convención de Aguascalientes, lo cual disminuyó la cantidad de sus integrantes. Los conflictos se agravaron, por lo que Villa y Zapata establecieron alianzas contra Carranza, uno en el norte y Zapata en la Ciudad de México.
Los conflictos entre villistas y carrancistas se siguieron dando. Esto no representó un obstáculo para Carranza al continuar elaborando decretos, leyes y reformas sociales que había prometido en el Plan de Guadalupe, su lucha no solamente fue en el terreno de las armas, principalmente en el ámbito político, con ello fue reduciendo tanto a la División del Norte como al Ejército Libertador.
Cabe resaltar que la Convención cambio de sitio en muchas ocasiones, además fue un espacio que permitió esclarecer las problemáticas que prevalecían en el país, como poner en tela de juicio las demandas sociales, aunque, es cierto, también existieron intereses políticos, lo cuales conllevaron a la evidencia de desacuerdos entre diversas facciones y representantes, lo que dificultó que la organización de la Convención fuera un éxito en el proceso revolucionario.
Fuentes
Lechuga Cruz, Jorge Tirzo. (2017). La Soberana Convención Revolucionaria de Aguascalientes. Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones, UNAM, pp.71-84
Ramírez Hurtado Luciano. (2017). Convención Revolucionaria y Congreso Constituyente. Revista Electrónica ANPHLAC, número 23, pp.5-28
194 Convención Revolucionaria. Recuperado de:
https://archivos.gob.mx/GuiaGeneral/pdf/003/194-Convencion-Revolucionaria.pdf
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Historiadora y maestra en Estudios Históricos por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Puebla), originaria de San Andrés Tuxtla, Veracruz. Ha realizado trabajo de campo e investigación con relación a la Historia de la Educación.