Tatahuicapan: Morena ya no suena
- Mussio Cárdenas Arellano
Hay Tatahuis que no suenan ya. Son los de Morena que hablaban por los olvidados y alzaban la voz contra el gobierno y retaban a la mafia en el poder, los que tomaron una y otra vez la presa Yuribia, los que traían el dinero de Javier Duarte y con 2.5 millones al mes realizaban trabajo electoral.
Hoy están liquidados.
Sin recursos, cancelado el subsidio del duartismo, confrontados con el gobernador Miguel Ángel Yunes, el bastión del pejepartido en la sierra de Soteapan se perdió.
Sus números son dramáticos: Morena, 780 votos. Lo supera su acérrimo rival, el PAN-PRD, las huestes del ex alcalde Esteban Bautista Hernández, que sumó 3 mil 947 sufragios, según cifras del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Le siguen el PRI con 2 mil 850 votos y PANAL con 11.
Ahí los adeptos se fueron cuando el subsidio duartista fue cancelado, en los días en que Yunes azul comenzaba a gobernar Veracruz.
Tensando la cuerda, decían los tatahuis en diciembre que cerrarían la presa Yuribia, que abastece de agua a Coatzacoalcos, parte de Minatitlán y Cosoleacaque, por incumplimiento del gobierno en las condiciones del convenio suscrito un año antes, en diciembre de 2015.
Yunes, que cuando amenaza, cumple, y cuando reprime aplasta, los replegó con acciones policíacas, tomando la presa los elementos de seguridad y advirtiendo que si incurrían en sabotaje les aplicaría la ley.
Y les advirtió que no les daría un peso más.
No se sabe si eran sordos o tercos, pero el 4 de enero los tatahuis le mandaron un claro “nos vale” a Yunes y a todo su gobierno. Bloquearon las válvulas del Yuribia. No las volverían a abrir hasta se firmara un nuevo convenio y en él, 2.5 millones de pesos por mes, el dinero que les servía para operar electoralmente.
Unas horas duró el valor. Llegó la Policía Estatal y tomó el control mientras Yunes azul viajaba al sur y alardeaba que nunca más los tatahuis volverían a sabotear la presa.
Dejarían de ser tatahuis si no retaban a Yunes. Dejarían de serlo si no recuperaban los 2.5 millones perdidos.
Traslucían su rencor en los mensajes de texto con los que solían exigir que el subsidio se reactivara de nuevo.
“Algo”, “lo que sea”, referían. Y ese algo nunca llegó.
Seis meses después, el golpe fue electoral. Sin el subsidio de 2.5 millones al mes, Morena dejó de operar políticamente en Tatahuicapan.
Llegaban esos recursos cuando Javier Duarte. Se distribuían entre los ejidatarios, pues las tierras en que se halla enclavada la presa Yuribia pertenecen al ejido Tatahuicapan, y entre los avecindados. Otra parte iba a parar al resto de la población.
Así ganó la sierra y el distrito de Cosoleacaque la diputada Rocío Pérez Pérez, bajo las siglas de Morena, en 2016.
Pero la debacle de Morena en Tatahuicapan se evidencia por los 2.5 millones que les retiró Yunes azul. Sin nada que ofrecer, sin conciencias qué comprar, sus líderes, Calixto Bautista y Eloy Gonzalez, Lino Bautista, Gabriel Hernández, perdieron el control y terminó su dominio sobre la base social.
Lo suyo fue el reclamo y el uso de la presa Yuribia como arma de presión, el amago de tomar las instalaciones, el corte del suministro de agua, los estragos que provocaban a medio millón de habitantes en el sur.
Prefabricó el escenario Javier Duarte. Trianguló 2.5 millones de pesos hacia Morena, vía los tatahuis, con la figura de iguala para el pueblo de Tatahuicapan.
Todo legal, todo inmoral.
Funcionó para Javier Duarte que así estrechaba sus lazos con Morena. Creció tanto el pejepartido que a punto estuvo de ganar el gobierno de Veracruz, en 2016.
Son de esas afrentas que no se olvidan. Y con Yunes, menos.
La elección del domingo 4 muestra a Morena sin fuerza no sólo en Tatahuicapan sino en los otros cinco municipios de la sierra de Soteapan, lo que un día fue bastión del PRD, de la izquierda, y ahora era del partido de López Obrador.
En Pajapan, Morena logró mil 415 votos; PRI, 418; PAN-PRD, 2 mil 302, y Nueva Alianza, 3 mil 775 votos.
Mecayapan quedó así: Morena: 353 votos; PRI, 189; PAN-PRD: 4 mil 476, y Panal, 2 mil 542 votos.
Chinameca es de Nueva Alianza con 2 mil 6 votos. Le siguen Morena, mil 981; PRI, mil 851 y PAN- PRD, mil 34.
En Soteapan manda el PAN-PRD. Ahí , el PRI obtuvo 7 mil 60 votos; PAN-PRD, 7 mil 222 sufragios; Morena, 858, y Nueva Alianza, 42.
Y en Oteapan venció el Partido Encuentro Social, al acumular mil 618 votos, mientras Morena alcanzó mil 385; PRI, 921; PAN-PRD, 496 y Panal, mil 339 sufragios.
Ese distrito abarca dos municipios más: Jáltipan y Cosoleacaque, que no son parte de la sierra de Soteapan.
De los ocho municipios en que la izquierda, desde los tiempos del PRD, conformó una fuerza electoral imbatible, sólo Jáltipan lo pudo ganar esta vez el partido de López Obrador.
Sólo en Jáltipan, Morena logró 6 mil 681 votos; PRI, mil 166; PAN-PRD, 6 mil 164, y Nueva Alianza mil 183. En el resto del distrito electoral fue una debacle.
Cosoleacaque sigue siendo bastión priista. Será alcalde por segunda ocasión Cirilo Vázquez Parissi, cuyo desempeño en el Congreso federal fue efectivo, aterrizando millones de pesos para el municipio, que ejerce su hermano Ponciano desde la presidencia municipal. Ahí la alternancia es familiar.
Las cifras en Cosoleacaque son las siguientes: Morena, 9 mil 927; PRI, 22 mil 6; PAN-PRD, 4 mil 433 votos.
Tatahuicapan fue bastión de Morena, arrancado al PRD y al grupo encabezado por Esteban Bautista, que hoy regresa a la alcaldía.
Les sirvió el subsidio duartista, los 2.5 millones de pesos al mes que repartían entre ejidatarios y avecindados y pueblo en general.
No era tanto. Unos lo usaban en cosas el hogar o hasta en el cartón de cervezas para el calor.
No era tanto pero nadie les había regalado algo igual.
Hasta que llegó Yunes. Abrió las válvulas del Yuribia, cerró las del dinero y se acabó el control político.
Morena no creció en Tatahuicapan por adoctrinar a su gente. No tuvo a los tatahuis por amor a López Obrador. No eran los tatahuis los guerreros del proyecto de nación del Peje.
Siguieron a Morena mientras hubo subsidio, la dádiva mensual, los 2.5 millones que debían ser para mejorar las condiciones de desarrollo de Tatahuicapan y tuvieron un destino político.
Algo así como los priistas y panistas con su amplia gama de programas sociales, Prospera, los programas lácteos, Piso y Techo Firme, 65 y Más.
Morena y el PRI-AN usando los recursos públicos para tener clientela electoral.
Hasta que llegó Yunes y lo echó a perder.
Bastó suprimir el subsidio duartista, y Morena dejó de sonar.
Archivo muerto
Baila y festina Chumel Wade, no por un triunfo de su partido, el PRI, sino por la ventaja que presume Morena en Minatitlán, la voltereta de las cifras y los pasos en falsos del OPLE. Valida Chumel, alias Saúl Wade León, l’enfant terrible, con las actas en la mano, que Morena, partido enemigo al PRI, ganó la elección del domingo 4. Burdo el truhán, evidencia lo que los minatitlecos comentaban en corto y a viva voz: Saúl opera para Morena como lo hizo en 2016 para fracturar al ex director del Itesco, Ricardo Orozco Alor, hoy a un paso de la cárcel. El video es elocuente. Obvio, Nicolás Ruiz Roset, quien a la medianoche ya cantaba victoria, con las actas y resultados de la zona rural, vio con asombro cómo las cifras del PREP no correspondían a los reportes enviados por su estructura electoral. Así integra ya la impugnación luego que se realice el cómputo final. Entre tantas irregularidades, destaca una el candidato del PAN-PRD: el acta final del OPLE, colocada afuera de las instalaciones, donde se consignan las cifras de la votación, favorables a Morena. Pero hay un detalle. A Nueva Alianza le asigna el OPLE 3 mil 219 votos. La sábana fue colocada la mañana de este lunes 5. Horas después, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) aportó una nueva cifra para el Panal: 8 mil 273 votos. O sea, el OPLE ya cerró sus datos y el PREP sigue contabilizando. A lo largo del lunes se generaron mayores inconsistencias que irán conformando la judicialización del caso Minatitlán, el recuento total si es que Nicolás Ruiz logra acreditar que es superior la cifra de votos nulos que la diferencia entre Morena y PAN-PRD. Y a eso se agrega el tufo a drenaje petrolero y todos los ingredientes del fraude. Alardea el novio de la “gata de cuarta” que lo suyo es la trapacería electoral, y así es. Y lo hace con tanta obviedad que el caso Minatitlán va rumbo a los tribunales electorales… Lección de la elección: un fiasco los operadores yunistas en Coatzacoalcos, los Rendón, los Esparza, la pléyade de panistas, neopanistas y pseudopanistas que se ufanan de ser quienes han hecho crecer al partido del gobernador. Patéticos, los resultados del PAN-PRD lo dicen todo: apenas 17 mil 500 votos contra 45 mil 500 de Morena y 30 mil del PRI-Verde. Y así se repite el escenario electoral año con año, acumulando los yunistas azules la derrota en la diputación local en 2016 y este domingo 4 la alcaldía de Coatzacoalcos. Nula operación electoral del clan Rendón-Esparza-León, que se morirán sin ganar una para su tormentoso gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares…