Lo que hace falta son buenos ciudadanos…

  • Nyx Diahann Sánchez Fierro
Necesitamos responsabilizarnos del espacio público. Echar culpas no resuelve nada. Participar sí

¡La culpa es del país! ¡Gracias a la política México está como está! ¡La política en México no existe! ¡Todos son unos corruptos! ¡Fuera Peña!

Estas son unas de tantas frases que permiten librarse de responsabilidad a los 122.3 millones de habitantes que hay en México…

¿La culpa es del país? Para nada, el país solamente refleja la organización que hay en él, de manera territorial México tiene ventajas que sobresalen, ubicación geográfica, recursos naturales, producción y exportación de minerales, entre otras cosas, entonces se entiende que la organización en este aspecto es lo que está devaluando al país.

¿Gracias a la política México está cómo está? De manera fundamental debemos comprender: ¿Cómo está? México está con necesidad de tener mejores ciudadanos, con voluntad de participar, con la capacidad para identificar sus necesidades y de restaurar sus carencias, con amor propio, efectivamente, propio porque una persona que se quiere cuidara su entorno, personas con vocación, solidarias, con valores, íntegras; ahora bien, entendamos la política como la organización de las ciudades humanas, concretaremos esta idea nuevamente como la mala organización, y la cuestión se sustituye; ¿Quién se encarga de esta función? Algunas personas incapaces de hacerlo y con carencias civiles para llevar a cabo esta labor.

¿En México, existe la política? Por supuesto, contemplando que no es la mejor, pero hay una manera en la que se ha estructurado la sociedad, misma de la que algunas personas obtienen beneficios y se sirven de ella cuando les favorece, de ser así no está mal pero si no reciben nada surgen las inconformidades.

¿Todos son corruptos? Todos: término que se utiliza para responsabilizar a alguien más de lo que propiamente no se ha decidido, actuado, o bien, para excluirse de lo que está mal. Corrupto: ofensa amable para desacreditar a alguien que no ha cumplido con su labor, o bien, distorsiona la intención de ésta; pero, ¿cómo se llama a las personas que a pesar de ver las necesidades que existen en el entorno, no se involucran, no trascienden, no mejoran? Esas personas son las que menos se necesitan, opinar es fácil, estar inconforme es muy cómodo, ver sin involucrarte no tiene validez.

¿Fuera Peña? Como si ese fuera un castigo para él, recordemos: fue la decisión o falta de ella la que nos conduce a Peña como resultado. Lo que en verdad hace falta son ciudadanos con sentido común, personas socialmente aceptables y moralmente definidas, que produzcan beneficios para su entorno, que generen intereses en común, aliados de la buena educación y las buenas costumbres, con una visión cultural progresiva, eso es lo que necesita México, personas con proyectos de crecimiento, de mejora, ambiciosos del saber y capaces de liderar, de construir y ser productivos para su país.

El sentido común es el derecho al que todos los ciudadanos debemos tener acceso, hagamos uso de él, transmitamos ideas en lugar de críticas e inconformidades, seamos personas  responsables, comprometidas. México es la construcción en la que todos participamos incluso aquellas personas que creen no hacer nada, son las principales en dejar de aportar beneficios para su lugar de pertenencia.