Javier Duarte: los alcaldes amenazados
- Mussio Cárdenas Arellano
Mínimo 10 alcaldes, unos priistas y otros de oposición, supieron de la amenaza velada, la inquina y la ira, la intención malsana, el desenfreno mental de Javier Duarte, perdido en su mundo, desquiciado por el poder.
Oyeron el amago. De los labios del gobernador de Veracruz brotaban expresiones drásticas, y en ellas la advertencia.
No temían tanto a la auditoría como a una acción violenta. No inquietaba la intervención de la Tesorería como saberse con la vida en un hilo.
Sus casos están documentados en una investigación paralela a la pesquisa criminal de Javier Duarte, la de la PRG y la de la Fiscalía General, escuchadas sus voces, el testimonio, lo vivido por una decena de presidentes municipales que supieron que a Veracruz lo gobernó una mente perversa.
Hay relatos de caprichos y presiones, la intromisión de Javier Duarte en ayuntamientos, en sus obras, en contratos y asignaciones directas. Del dinero, cómo se aplicó y a quien benefició, se debía enterar al gobernador.
Clave, el tema de seguridad fue prioridad para el duartismo. Sus policías orejeaban para el crimen organizado, operaban, alertaban, levantaban inocentes y no se volvía a saber de ellos. Un gobierno Zeta, y Golfo, y Chiva hasta que Javier Duarte incurrió en la peor de sus locuras: tener su propio cártel y ser él su propio líder.
Torvo, el líder del Cártel de Duarte solía esbozar la violencia como arma de presión, su puño sobre la mesa, y la amenaza, siempre la amenaza.
Nada mal que Javier Duarte tuviera el pulso de Veracruz, que los alcaldes le rindieran cuentas, que se aplicaran los recursos, que se transformaran en desarrollo. Pero del control pasó a la tiranía.
Dos alcaldes son del sur. Sus relatos refieren el nivel de extravío mental que aqueja al gordobés, irascible al escuchar que un subalterno o un edil se resiste a acatar, a sumarse a un desplegado de apoyo, lo más trivial, lo insulso, lo que no amerita mayor queja.
O el caso del paquete de obras que debiendo ser asignadas vía licitación simulada a los amigos del gordobés, terminan siendo negocio del edil.
“Deja que interviniera la Tesorería —refiere uno de los alcaldes—. Era violento. Amenazaba de muerte”.
Cita la investigación paralela que en el entorno de los alcaldes hubo hechos de violencia y sangre, sutil el mensaje, a veces directo y escuchado de viva voz.
Pudo ser la ira sin control de Javier Duarte, el exabrupto y ya, pero a los presidentes municipales les impuso saber de hechos violencia en su entorno cercano. Ahí entendieron que la demencia de Javier Duarte era real.
Estado de terror y derroche. Al uso de la violencia se suma la vida de desenfreno con los recursos del erario, el derroche que documenta el periódico Reforma a partir de los relatos de integrantes del equipo de guardaespaldas asignados a la seguridad del ex gobernador.
Bajo el título “Relatan guaruras abusos de Duarte”, Reforma describe la vida de oropel y dispendio, el boato que insulta.
Dice el texto de Benito Jiménez:
Por ejemplo, el equipo de seguridad eran movilizado para traer desde Veracruz a la esposa del Gobernador a la Plaza Antara, en Polanco, para sus visitas a un salón de belleza.
“La señora iba dos veces al mes a la Ciudad de México para su peinado y su manicure. Esas cosas nos molestaban a nosotros. Usaban un avión del estado para uso personal. El jefe (Duarte) muchas veces se fue a Europa en el Tajín, también a Estados Unidos se llevaba la familia”, relató un escolta del primer círculo del ex Mandatario.
Los agentes señalan que “Diamante” y “Esmeralda”, —los indicativos de Duarte y su esposa—, en alguno de sus viajes acudieron a la obra de teatro de “El Rey León” y compraron hasta 20 filas de lugares para sus familiares y amigos.
“A Duarte le gustaba más estar en la Ciudad de México porque no lo identificaban tanto, iban mucho a la Plaza Antara, iba en la tarde-noche, cuando había menos gente”, narró otro de los escoltas.
Los agentes describen que los Duarte iban a restaurantes de Polanco, en especial al Estoril. Incluso por las noches era cliente frecuente de los tacos del Tizoncito de Moliere.
Pero cuando inició su dieta se olvidaron de tacos y comenzaron a cargar barras nutritivas y polvo para licuados.
“Acudía a comer en la Ciudad de México a la Fundación Colosio, Casa Portuguesa. Cuando venía se reunía en privado con sus amigos Moisés Mansur Cisneyros —principal prestanombres del ex Gobernador prófugo de Veracruz—, Jaime Porres y Franky (Francisco García González)”, refirieron los guardaespaldas.
Con ellos, Duarte vivió buenos momentos.
“En el departamento de Jaime Porres, en Polanco, nosotros estuvimos en fiestas en donde el jefe llegaba a las seis de la tarde y salía hasta las seis de la mañana hasta el full, no podía ni sostenerse.
“O iba al rancho de Moisés a la salida a Toluca, donde venden fresas, ahí la señora iba a montar a caballo”, recordó el personal de seguridad de Duarte.
Patrocina ‘hobby’ de su esposa
La equitación, el “hobby” de Karime Macías Tubilla, esposa de Javier Duarte, estuvo patrocinado con el dinero de los veracruzanos.
Durante la gestión de Duarte, el Gobierno estatal financió varios concursos de salto ecuestre, algunos de ellos en el Club Hípico Coapexpan, en los que participó Macías.
Incluso, la Cuenta Pública 2015 de Veracruz, aprobada el 31 de octubre, reportó una “ayuda” irregular por un millón 250 mil pesos a “Equs Operadora de Servicios” para organizar un evento en el Club Hípico Xalapa en abril y mayo.
Habría huido por tierra, no en un helicóptero del gobierno de Veracruz, refieren los guaruras, desmintiendo al exgobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, y también a los pilotos que rindieron testimonio ante la Procuraduría General de la República.
Otro fragmento de la información de Reforma exhibe que la excentricidad de Javier Duarte es consecuencia del exceso de poder, el desenfreno y la locura:
‘No sabía gobernar, pero era bueno para el golf’
El jueves 13 de octubre, cinco días antes de que se librara una orden de aprehensión en su contra, el ex Gobernador Javier Duarte jugó en el exclusivo Club de Golf Xalapa.
Recién acababa de pedir licencia como Gobernador, para supuestamente enfrentar las acusaciones en su contra en los juzgados.
“Estaba contento, confiado”, nadie imaginó la fuga, contaron sus ex escoltas.
El Club de Golf de 9 hoyos se ubica cerca de donde Duarte rentó una residencia con recursos del estado, en el fraccionamiento campestre.
Ahí en esa casa en decenas de ocasiones el ex Mandatario mandó a asar carne y ofreció vinos y licores a su círculo de amigos, entre ellos, empresarios y algunos ex mandos militares que laboraron en el estado.
“Era el más escandaloso, sus carcajadas eran estruendosas, se ponía el guante blanco, mandaba a su caddie de golf a cargar palos, repelente de insectos, bloqueador solar y hasta su sombrero de cazador para ir al campo a jugar.
“No sabía gobernar, pero era bueno para el golf”, narró un ex mando naval que fue desplegado a Veracruz en el apogeo de Duarte.
No se sabe si Javier Duarte perdió el juicio antes o ya siendo gobernador. Con Fidel Herrera robaba y daba muestras de ambición sin freno. Ya en la “plenitud del pinche poder”, en su sexenio, saqueó a Veracruz, destrozó las instituciones, quebró las finanzas, sometió alcaldes, incluso con la amenaza de muerte.
Derrochó sin medida, los dineros de los veracruzanos usados para el capricho hípico de su esposa Karime Macías, y a los alcaldes que osaron cuestionar sus arrebatos, que se negaron a brindarle su apoyo al verlo perdido, les esbozó una sentencia letal.
Una mente criminal y una vida de locura.
Archivo muerto
Contra lo que ofreció, Miguel Ángel Yunes Linares acude a los créditos para amainar el vendaval. Así estarán las finanzas de quebradas, la herencia que recibió, más de 180 mil millones de pesos de pasivos, más de 80 mil millones de daño patrimonial, que del déficit de 10 mil millones al cierre de 2016, liquidó poco más de 3 mil millones y no hay cómo pagar el resto. Pedirá, dice Miyuli, que Hacienda federal lo respalde con 4 mil millones y advierte que suscribirá tres créditos bancarios. Y ahí lo deja. No se sabe en el Congreso de Veracruz de cuanto es el monto y si requiere autorización de los legisladores. Incumple, pues, Yunes azul su promesa de no endeudar más a Veracruz, aunque sus yunesbots dirán que no tenía de otra. Ha fintado con la moratoria. Ha amagado con la desincorporación fiscal, tal como la propone el diputado independiente Gerardo Buganza Salmerón. Mucho alardeaba Yunes Linares que no habría más deuda pero la habrá. Y mientras los duartistas, los hijos del ladrón Javier Duarte, impunes, sin que nadie active el juicio político a los diputados federales y locales que robaron con el ex gobernador… Se integra la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), en su segunda etapa. A propuesta del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, como establece el reglamento, aprobó el Congreso de Veracruz a los nuevos comisionados: los periodistas Luis Alberto Romero Herrera, Pedro Alberto Díaz Cruz, Mussio Cárdenas Arellano y Silverio Quevedo Elox; los concesionarios de medios de comunicación Gilberto Roldán Hazz y Raúl Arroniz de la Huerta; las comunicadoras y activistas Ana Laura Pérez Mendoza y Sayda Chiñas, y el periodista y académico Arturo Reyes Isidoro. Será secretario técnico, Jorge Morales Vázquez, quien en la anterior directiva era comisionado. Profundamente cuestionada, la CEAPP tiene origen nefasto, usada por Javier Duarte para simular que protegía y otorgaba seguridad al gremio periodístico, mientras que antes de su creación corría ya la sangre Milo Vela, su hijo Misael, Yolanda Ordaz, Noel López Olguín, Regina Martínez, Gabriel Huge, Guillermo Luna, Esteban Rodríguez, Víctor Manuel Báez Chino, y luego la de Gregorio Jiménez de la Cruz, Moisés Sánchez Cerezo, Octavio Rojas Hernández, Armando Saldaña, Juan Mendoza Delgado, Rubén Espinosa Becerril, Anabel Flores Hernández, Pedro Tamayo Rosas y Manuel Torres. Sirvió la CEAPP para encubrir el desprecio de Javier Duarte al gremio, tildados los periodistas de “manzanas podridas”, aporreados por la Policía Estatal, asediados por los elementos de la Ayudantía del Gobernador, golpeados a mansalva, robados, sin que se les hiciera justicia. Diversos grupos de periodistas externaron que pretendían realizar su propuesta para integrar la nueva directiva. La Ley de la CEAPP no lo contempla. Será reformado como toda la estructura de la CEAP. Los próximos comisionados serán propuestos por el gremio. Los salarios disminuirán y en algunos casos se extinguirán. Habrá una limpia y se irá todo lo que tenga tufo a duartismo. Se esclarecerá el uso de los recursos y quiénes, periodistas o políticos, fueron los beneficiarios de la CEAPP. Se van a joder los “orejas” incrustados. La reforma contempla la autonomía total de la CEAPP, que salga del control oficial, que le sirva al gremio. Habrá protocolos reales de seguridad en caso de amenaza y agresión. Asumirá la CEAPP una posición crítica, así sea contra Yunes Linares y su séquito, en casos de represión. Y si las inercias se imponen y la CEAPP no se transforma, y deciden que se pudra, ahí se ven… Cifras duras: CMAS Coatzacoalcos enfrenta una cartera vencida por más de 256 millones de pesos y un pasivo con entes fiscales por más de 118 millones. Lo revela su nuevo director, Rafael Abreu Ponce, el que se sacó la rifa del tigre, porque ahí la corrupción alcanza por lo menos 15 años hacia atrás. Detecta la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz (CAEV), en sus primeros días de pesquisa, por lo menos dos obras inconclusas pagadas; un número escandaloso de “aviadores”; los pecados del jefe jurídico, Pedro Tiburcio Zaamario, entre ellos las cocineras y los guaruras de Tony Macías en la nómina, ya identificadas, próximas a aparecer en la investigación que el reconocido periodista, Ignacio Carvajal, documenta. Hay pérdida de expedientes y archivos de internet robados. Pero de todo hay respaldo, uno de ellos aquí mero. Tormenta del siglo sobre CMAS y todavía hay una funcionaria, Claudia Guadalupe González Godoy, que se dice inamovible de su cargo como gerente Comercial Administrativa por ser sindicalizada y porque ahí está la clave para explicar por qué CMAS está como está… Se llama Álvaro Lara Herrera y es sobrino de Fidel. Su nombre sería lo de menos, y su filia igual, si no mediara que es el responsable de facturación en el área comercial de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos. De su parentesco con el ex gobernador de Veracruz todos en la dependencia lo saben y lo comentan. ¿Pero acaso lo sabe el yunismo en Xalapa, en Boca del Río y en el Senado de la República?… Inmundo en un gremio al que no pertenece, que deshonra con sus infamias, el agravio, la mentira, Federico Lagunes Peña, alias Pulgoso —no rottwailer porque hasta los rottwailer merecen respeto—, bufa porque sus amos andan en la desgracia: Fidel Herrera, el de la uña larga y las bellas de noche; Javier Duarte, ladrón, a salto de mata, prófugo de la ley, apestados en un Veracruz que padeció sus corruptelas, aplaudidos por remedos de periodista como Federico Canino. Dice Pulgoso que ahora nos toca ir a los velorios de periodistas al asumir funciones en la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, que soy la nueva versión de Benita González, yo al servicio de Miguel Ángel Yunes. No. Los velorios de periodistas se deben a la escoria en el poder, a Fidel Herrera y Javier Duarte, los patrones de Pulgoso, los que se coludieron con el crimen organizado, los que llenaron de sangre al gremio de los comunicadores. Ellos con la estirpe de muerte y Federico Canino ladrando loas y lisonjas a los dos pillos. Acá, la crítica a Fidel, a Duarte, a Yunes por igual. Acusado de violación en otros tiempos, de usar su cubículo de regidor para sus revolcones con prostitutas, esparcido el semen que luego limpiaban sus auxiliares, como consta en videos y audios, Federico Lagunes goza de algo más que un historial de lodo. En breve…