Un desafío que ganó el Premio al Fomento a la Lectura
- Alma Espinosa
El 14 de marzo del 2016 publiqué en este mismo medio la columna titulada “El desafío de leer” (http://ow.ly/iJ1O305ZrQU) referente a la tesina escrita por Gabriela Hernández Gómez, quien con su trabajo de mediación de lectura con niños y adolescentes ganó hace unos días el Premio al Fomento a la Lectura y a la Escritura 2016 en la categoría Escuelas públicas de educación básica, otorgado por la Secretaría de Cultura, SEP, OEI, CANIEM y a Asociación de Librerías de México.
Hoy como hace ocho meses me sentí emocionada por leer todo lo que ella ha trabajado para acercar a niños y adolescentes a la lectura a partir de sus estudios en la especialización en la Enseñanza de la Lengua y la Literatura de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Xalapa.
La mediación de la lectura, como ya lo he mencionado, no es cosa de “pararse el cuello” al decir que leemos más que otros y recomendar un libro. La mediación de la lectura es un compromiso con los demás, con nosotros mismos y con la necesidad de crear mejores seres humanos, pensantes y capaces de tomar sus propias decisiones. Eso es lo que hace Gabriela.
Para formar lectores no solo es necesario dar libros, sino se debe dar de nuestro tiempo, interés y compartir la experiencia de lectura. Eso lo conoce muy bien la ganadora del Premio al Fomento, quien además de continuar con su sala de lectura “El planeta de los libros”, comparte sus experiencias para ejemplificar cómo no importa lo alejado que se encuentren las personas de la zona urbana, ni las carencias de las instituciones educativas para formar lectores.
Lo que importa es que superemos el primer desafío que es convertirnos en lectores y en segundo lugar contagiar esa fascinación que despierta la lectura de todo tipo de textos. En aquella columna a la que me referí al inicio aseguré que mediadoras y docentes como Gabriela Hernández generan esperanza y sigo convencida de ello. También deseo que haya más como ella.
En mayo como ahora, estoy convencida que la lectura es la principal herramienta para que suceda una verdadera transformación en todos los sentidos y aspectos de la vida. “Sin lectura no va a pasar nada, por eso debemos rebelarnos y oponernos al sistema educativo con su doble moral que nos ‘acerca libros’ al tiempo que obstaculiza la posibilidad de leerlos”.
Lo confirmo: ¡No hay acto más subversivo que leer!
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Es originaria del Distrito Federal y desde hace más de una década radica en Xalapa. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Estudió la especialidad en la Enseñanza de la lengua y la literatura en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Xalapa, donde actualmente es docente. Es egresada de la maestría en Literatura mexicana por la Universidad Veracruzana.
Actualmente cursa el diplomado para la Profesionalización de mediadores de lectura por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Es mediadora del Programa Nacional Salas de Lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Ha impartido talleres relacionados con el tema de la lectura y la escritura, y desde hace dos años es una de las mediadoras que dirige la sala de lectura Equinoccios.
Como periodista ha trabajado en el Instituto Mexicano de la Radio, el periódico U2000. Crónica de la educación superior, y el Departamento de Prensa de la Universidad Veracruzana. Fue gestora cultural en la USBI Xalapa. Actualmente colabora en el área de Comunicación Social del Instituto Veracruzano de la Cultura.