Los niños deben ser el norte de la literatura infantil

  • Alma Espinosa

Pareciera algo obvio, pero nunca está de más decirlo. Los niños deben ser el norte, la guía de los editores, publicistas, escritores e ilustradores como Juan Gedovius, quien en ferias de libros, escuelas y talleres se mantiene en contacto con su principal público: el infantil.

En su visita reciente por Xalapa (y en las anteriores que ha realizado) este ilustrador con la clara dificultad de quedarse literalmente quieto en un solo lugar, ha dado cuenta de la importancia de entablar una relación estrecha con sus lectores, porque son ellos quienes sugieren los temas a tratar o los finales alternativos a las historias.

Platicando con el ilustrador ganador de premios y menciones honoríficas, comentó que prefiere dejar de lado las redes sociales y dedicarse de lleno a divertirse ilustrando y conviviendo con los niños y jóvenes, quienes son sus principales lectores.

Pero, ¿es requisito divertirse? Para Gedovius es fundamental: “Algo que siempre trato de hacer es divertirme. Creo que la risa es contagiosa, siempre y cuando sea de verdad. Creo que si yo me divierto haciendo un libro es posible que quien lo lea se divierta también”.

Para el autor del libro “El más gigante” (Ediciones SM) debe haber mucha congruencia entre el ilustrador y el libro. “Me gusta ser responsable con lo que escribo y con lo que ilustro. Entre más me divierto, más se divierten los lectores, y siempre trato de dar lo mejor y lo que pueda dentro de mis posibilidades”.

De sus lectores recibe sugerencias, dibujos, cartas y más detalles que le hacen sentir y saber que está dentro de sus preferencias. Incluso, dijo, aprende más de ellos que lo que él pudiera enseñarles. “Yo pretendo crear libros que dejen más preguntas que respuestas, que generen un culto a la inteligencia. Lo que más me interesa es que los libros sean inteligentes, que honren la inteligencia de todo aquel que quiera echarse un clavado en las páginas”.

Al seguir los movimientos y las palabras de Juan Gedovius, ilustrador de numerosos textos como “El sastrecillo ¿valiente?” (CIDCLI) llegamos al tema del renovado esmero con que las editoriales publican libros infantiles. Si bien a Gedovius el trabajo editorial no le inquieta, sí dijo que puede notar el incremento de publicaciones con mejor calidad dirigidas a niños.

A ello se le suma que en los eventos literarios cada vez hay más asistentes. “Veo más personas comprando libros; veo muchos niños que no solo se llevan los libros sino que buscan cierto tipo de libros y de autores. Pareciera que es una cosa mucho más cotidiana de lo que pudo llegar a ser hace mucho tiempo”.

Afortunadamente, como lo comentó el ilustrador, a los niños ya se les está tomando en cuenta. “Hablar de niños siempre ha significado referirse a un rubro evanescente, pues como no votan no se les pone atención, lo cual cambia cuando ya pueden empezar a pagar impuestos.

”Han estado en un abandono extraño, como soslayados, pero últimamente he visto que ellos se han hecho notar muchísimo. Cada vez los ves más en lugares como las ferias. Los ves enseñando a leer a sus papas y a sus abuelos. Por cierto, en los abuelos veo algo interesante; los abuelos jóvenes están en sus segundas oportunidades de educación y están haciendo de la lectura un espacio muy rico para compartir”.

Juan Gedovius puede saltar de un sillón a otro, de un tema a otro, pero lo que nunca va a perder de vista es a sus lectores. Vale la pena leer y disfrutar de las letras e ilustraciones de creadores que encuentran lo valioso de su trabajo en sus destinatarios.

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Alma Espinosa

Es originaria del Distrito Federal y desde hace más de una década radica en Xalapa. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Estudió la especialidad en la Enseñanza de la lengua y la literatura en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Xalapa, donde actualmente es docente. Es egresada de la maestría en Literatura mexicana por la Universidad Veracruzana.

Actualmente cursa el diplomado para la Profesionalización de mediadores de lectura por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Es mediadora del Programa Nacional Salas de Lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Ha impartido talleres relacionados con el tema de la lectura y la escritura, y desde hace dos años es una de las mediadoras que dirige la sala de lectura Equinoccios.

Como periodista ha trabajado en el Instituto Mexicano de la Radio, el periódico U2000. Crónica de la educación superior, y el Departamento de Prensa de la Universidad Veracruzana. Fue gestora cultural en la USBI Xalapa. Actualmente colabora en el área de Comunicación Social del Instituto Veracruzano de la Cultura.