¡Nos deben y nos tienen que pagar!, fue la expresión enérgica de la Rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara ante la administración de Javier Duarte de Ochoa, lo dijo con firmeza, convencida y respaldada por una comunidad que se expresó a lo largo y ancho del Estado de Veracruz en donde la universidad tiene cobertura.

¡Ya paga Duarte!, ¡El que no brinque es Duarte!, ¡UV, UV!; fueron algunas de las consignas que retrataban un día histórico en la vida pública de los veracruzanos, los estudiantes, maestros, investigadores, personal técnico, de intendencia, todos los colaboradores de la Máxima Casa de estudios de Veracruz, salieron a marchar para exigir el respeto a sus derechos y el cumplimiento de las responsabilidades del gobierno estatal.

En otras manifestaciones como la de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, según reportes de algunos académicos, se escucharon consignas como: ¡a ti que estas mirando, también te están robando! y ¡más educación, menos corrupción!, la respuesta de los transeúntes y trabajadores de la zona fue de apoyo al clamor universitario y repudio al gobierno estatal.

Se manifestaron las regiones de Tuxpan, Poza Rica, Veracruz, Córdoba, Orizaba, Coatzacoalcos, Minatitlán y Acayucan. Además, contingentes de apoyo se formaron en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad Autónoma Metropolitana y del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Las universidades del país respaldaron a la UV. De acuerdo a cifras reportadas por el área de comunicación de la UV, fueron alrededor de 50 mil los universitarios que marcharon.

Se desgarró el discurso oficialista de defensa de la educación de Javier Duarte de Ochoa ante miles de estudiantes universitarios que le reprocharon su indolencia y la inmoralidad de su gobierno. Se desgarraron las palabras vacías de una administración que, a decir de la expresión universitaria, violentó su derecho legítimo a la educación.

No hubo complacencia ni resignación ante la injustificada acción gubernamental que llevo a los universitarios a las calles.

Se sentó un precedente en Veracruz con la marcha UV, no hay retorno en la lucha por el derecho a la educación. Un derecho atacado por el progresivo deterioro y por las circunstancias en que se encuentran miles de mexicanos. Un derecho violentado por la deserción, la inclusión tardía y la reprobación. Un derecho que no ha sido capaz de construir acciones efectivas para la movilidad social. Un derecho alimentado mayormente por promesas y discursos aduladores de la calidad, pero sin presupuestos a la vista. Un derecho que se presume por políticos cuando entregan uniformes para apoyar el deporte. Un derecho secuestrado por las complicidades de los dirigentes que no tuvieron energías y comunidad para respaldar su defensa, que claudicaron por intereses ajenos al de la educación. La historia se contó distinta el jueves 10/16.

La Universidad Veracruzana, hoy, lidera una lucha por la universidad pública en el país, los resultados de las demandas y las acciones de las autoridades serán decisivos para la conducción de las universidades y dejará un camino listo para que otras casas universitarias, puedan emprender acciones legales y legitimadas socialmente contra las administraciones estatales de sus lugares de origen por la retención de recursos.

Antes de romper las cadenas, se unen:

La Rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón hizo historia en la Plaza Lerdo de Xalapa, por primera vez, desde hace por lo menos tres décadas,  no surgía una manifestación de las proporciones que se observaron el 10 de marzo en la entidad, pero más significativo e importante, resultó el discurso de la Rectora cuando enarboló distintas causas que afectan al pueblo veracruzano y que más de uno de los líderes de diversas instituciones, inclusive de organizaciones civiles, no se atrevían a mencionar:

“Nos deben el derecho a soñar, nos deben la esperanza de un mejor futuro, nos deben la confianza en las instituciones, nos deben una juventud sin miedos, nos deben a los desaparecidos, nos deben la paz de los violentados y la de sus familias, nos deben recursos que son obligaciones, porque no son de ellos, fueron otorgados por el pueblo, nos deben los derechos de nuestros jubilados, nos deben las libertades y las capacidades críticas generadas por el conocimiento, nos deben mayor cobertura en educación superior, nos deben mayor acceso a educación de las clases desprotegidas, muy particularmente de nuestros grupos originarios, nos deben el respeto a la diversidad de etnia, de color, de género, de preferencia política o religiosa, nos deben la seguridad del cumplimiento de nuestras metas, nos deben la certeza de nuestros trabajos, nos deben los sueños de nuestros jóvenes, nos deben los impuestos que nos han sido descontados nominalmente y no han sido enterados a hacienda (…) nos deben los valores éticos de fraternidad, de compromiso, nos deben nuestros sueños de un mejor Veracruz y de un mejor México”, pronunció Ladrón de Guevara en medio de la lluvia y el frío que azotó aquel día la capital del estado.

→#Video Consulta aquí el discurso completo https://youtu.be/v-AIDXUUP1o

Al parecer, a la administración Duarte se le olvidó que la universidad pública es un proyecto de todos los veracruzanos, que la universidad le pertenece a todos, que un ataque contra su vida y supervivencia, ataca la democracia y la pluralidad de proyectos que alberga. Se le olvidó a la administración Duarte que la universidad es símbolo de progreso y bienestar para miles de familias. Se le olvidó a la administración Duarte el respeto a la historia de las instituciones. Se le olvidó que, sin pueblo, no tiene gobierno y que administrar no solo se trata de dar discursos, sino de actuar. Se les olvidó que el poder no es absoluto. Se les olvidó que los derechos no son letras estilizadas plasmadas en un compendio de hojas que se guardan en un cajón del escritorio.

Ante el escenario de reclamo y el poder de la universidad, ignorar el problema, no parecía una buena estrategia política, ¿qué pensarán los asesores?, después de todo Duarte de Ochoa es hoy, el único gobernador en el país, que tiene a toda una universidad en su contra.

Quizá se seguirán dando algunos ejercicios cívicos en las calles para refrescar la memoria en los tiempos convulsos.

Usted, ¿qué piensa?, lo invito a que se una a Twitter y me deje sus comentarios en mi cuenta: @EduardoBarrios_, allá hablamos #DeTodoEnDigital.