Yunes rojos, un pato de Tuxpan, Erick el Zeta, un gordobés y una nauyaca con acento catalán. De todo hay en el circo del PRI, a la greña los animales con los payasos, los maromeros con los equilibristas, los ventrílocuos con los magos, los titiriteros con los escapistas.
Fin de semana entre risas y lamentos con un “destape” desteñido, el de Héctor Yunes Landa, y la infidencia de una reunión en que Fidel Herrera Beltrán, el cónsul en Barcelona, describe cómo controló la sucesión, maniató a Javier Duarte y a su pandilla, sometió a los partidos satélites del PRI, y destroncó supuestamente la alianza PAN-PRD.
Llega Héctor Yunes al día D y no hay más que un minidestape a favor de quien pretende ser minigobernador de Veracruz, cuando el domingo 10 lo acuerpa su compadre Juan Carlos Molina, líder del sector campesino, la CNC, un cacique al que todo le sale mal, desde su toma de posesión opacada por la puntada del gobernador de obsequiarle al senador una caña de pescar para atrapar a sus parientes, los Yunes azules, panistas, si es que tiene en mente hallar y encarcelar “peces gordos”, como le prometía.
Destaca el acarreo en las crónicas periodísticas. Comen chicharrón picado y pico de gallo en el rancho Rosa del Alba, en Medellín, a unos kilómetros del puerto de Veracruz, el feudo del líder campesino. Abundan las cervezas y el café. Pero el plato fuerte es otro: senador a la veracruzana.
Ese circo es único. Lo disfrutan alcaldes, diputados, senadores, dirigentes del PRI, que se quedan con las ganas de ver la estampida de los búfalos, sentir a la militancia correr tras su candidato, prender el incienso, adularlo hasta el hartazgo.
Acude un trapecista sui generis, el mismo que días atrás adoptaba tono severo y reclamaba que nadie gana solo, que hay que ser incluyente, que en el PRI dos sopas —Héctor Yunes y Pepe Yunes— son un insulto, que todo aquel que quería podía participar. Es Juan Nicolás Callejas Arroyo, líder magisterial, sobrevalorado cuando que la reforma educativa lo hace ver caduco y anquilosado, su gremio fracturado, los maestros enardecidos por la pérdida de derechos laborales y la trampa de la evaluación donde los amigos el zar se quedan aunque sean unos analfabetas y los enemigos se van por rijosos.
Molina habló de su compadre, del orgullo que siente que Héctor Yunes sea su compadre, porque su compadre es trabajador, porque su compadres es leal, porque su compadre es sincero. Y remató con un “estamos listos”, parafraseando al senador con su “Estoy listo” de su último informe de actividades.
¿Y el “destape”?
No se dio. Sin convocatoria del PRI habría sido madruguete y Héctor Yunes se habría despeñado.
Temprano, este domingo 10, se sacudió el priismo al difundir el periódico Notiver una columna política en que se reseñaba una comida del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán en el restaurant Carmela, en Polanco, el 9 de enero, con amigos y ex colaboradores.
Sin firma, sin autor, bajo el título “Yo le troné la alianza al perro”, en alusión al diputado panista Miguel Ángel Yunes Linares, la columna describe por qué y para qué llegó a México el cónsul en Barcelona, cómo controló a sus pupilos, la pandilla duartista histérica por meterse en la sucesión y arrebatar espacios, cómo aplacó a los partidos políticos que circundan al PRI y cómo contaminó, según Fidel Herrera, la alianza PAN-PRD para Veracruz.
A Javier Duarte, según la columna de Notiver, “se le hizo bolas el engrudo” y el ex gobernador entró garantizarle a Héctor Yunes la candidatura. O sea, Héctor se la debe a Fidel. Aparte de duartista es fidelista.
Lo que dice, según Notiver, es de escándalo:
“Va Hector, no tengan duda. Y ya arreglé que vayan todos con él, hasta los que no querían como los del PES (Partido Encuentro Social), la próxima semana se suman. Yo estaba con Osorio Chong cuando se lo ordenó a Hugo Erick Flores, líder de ese partido. Gonzalo Guízar andaba con el cuento de ir solo metiendo como candidata a una dama que es su novia, pero él no cuenta.
“También puse en línea con Héctor al Partido Verde, a Nueva Alianza, al AVE (se andaban haciendo pendejos para sacar más lana) y al Partido Cardenista (éste nos costó como 5 millones para Toño Luna que siempre anda pidiendo dinero para curaciones, pero ya quedó)
“También le troné la alianza al perro Yunes. El PRD no irá con él. A los líderes de ese partido los he tenido siempre en nómina y Basave se equivocó, pensó que era en serio su tarea como Presidente, pero no, lo pusieron ahí como administrador nada más. Le van a aceptar la renuncia y si acaso habrá alianza PAN-PRD en Oaxaca y Puebla, pero no en Veracruz, eso fue lo que arreglé.
“Costó caro. Pinches perredistas se venden como argentinos, pero hubo mezcla de recursos, parte importante la puso el Gobierno del Estado de Veracruz, otra parte Eruviel Gobernador del Estado de México y hasta Moreno Valle le entró con una lana para que saliera su alianza.
“Por el PRD vamos a meter a Buganza. El Buggy si puede levantarle algunos votos a ese partido y quitárselos al perro Yunes, que si nos descuidamos nos puede dar una buena mordida, pero no va a ganar.
“En el PAN operé lo de Juan Bueno. Nos costó algo caro porque se cotizó en euros jajajajaja, varios millones, pero vale la pena. Andan medios quebrados con la plaza Andamar y otros negocios y aprovechó para venderse bien. El será uno de los arietes contra el perro.
“A Morena lo traemos también adentro. Yo conozco de siempre a López Obrador, fuimos líderes del PRI en la misma época. Ya platicamos. La idea es hacerlo crecer en Veracruz para que la izquierda se fraccione y el PAN no tenga votos adicionales, solo los suyos. López Obrador se deja querer, eso de honesto, honesto, honesto como decía Ruiz Cortines no existe. Dice que acepta porque es para la ‘causa’.
“Duarte anda mal, lo asesoran mal. Quiere todavía meter a Silva (el pato de Tuxpan) cuando ya la decisión por Hector está más que tomada. Se anuncia la semana próxima y Silva si bien le va se quedará en el Partido, aunque Hector quiere meter a Jorge Moreno Salinas en su lugar.
“Lo de las candidaturas a diputados se lo dejé a Javier. Lo importante es ganar la de Gobernador y eso ya está listo. Le cumplí al Presidente como Osorio le cumplió con lo del Chapo, ahora vendrá mi recompensa jajajaja”.
Nadie desmentía. Fidel Herrera calló. Héctor Yunes también. Ni los perredistas, ni Buganza, ni Bueno Torio, ni López Obrador, ni el Pato de Tuxpan Alberto Silva.
A las 7:30 de la noche, Javier Duarte emitió un mensaje en la red social Twitter. “En un intento desesperado por salvar a su proyecto, el Notiver inventa supuestas declaraciones del cónsul en Barcelona”. Y hasta ahí.
Uno de los asistentes a la comida con Fidel Herrera, el periodista Melquiades González Herrera, de Olmeca TV, quien difundió un par de fotos de la reunión, aclaró: “No soy autor de texto en Notiver por Fernando Belaunzarán (ex diputado perredista, impulsor de la alianza PAN-PRD). Esos temas no fueron dichos de Fidel Herrera en esa reunión”.
A la medianoche, ni Fidel Herrera, ni Héctor Yunes, ni Silva Ramos, ni Bueno, ni Buganza, ni el Peje, nadie aclaraba la columna publicada en Notiver.
Esa noche, Javier Duarte difundió el acuerdo suscrito por cuatro de los contendientes a la candidatura del PRI: dos son fidelistas y duartistas —los diputados Erick Lagos Hernández y Alberto Silva— y los otros son los senadores Héctor y Pepe Yunes, quien supuestamente ya había declinado a favor de Yunes Landa.
Pregonan unidad. Exaltan su compromiso con el PRI. Se ciñen a las reglas del PRI nacional, lo que derrumba que Javier Duarte fuera a designar al candidato, como alardeó en diciembre diciendo que el presidente Enrique Peña Nieto lo había convertido en dedo elector. Así son los mitómanos.
“Ese compromiso de unidad continuará durante el proceso de campaña y se refrendará cuando construyamos el próximo gobierno, con la seguridad de que jamás aceptaremos una candidatura por un partido distinto al que militamos, que nos ha dado tanto y al que mucho debemos”, señala el acuerdo.
Mejor circo no puede haber. Las dos sopas de las que hablaba Héctor Yunes —él y Pepe— se convirtieron en cuatro. Pepe Yunes volvió a la contienda cuando ya se había plegado a favor de Héctor. Quizá sea por el entreguismo de Héctor, convertido al duartismo al que decía querer aplicarle una vacuna carcelaria.
Circo mayor cuando una columna en el periódico Notiver, no desmentida por Fidel Herrera, describe la compra de conciencias, el maiceo a los pseudocandidatos independientes y a los partidos satélites del PRI, millones y más millones tomados del erario público, incluido en la trastada Andrés Manuel López Obrador, líder y dueño de Morena, alardeando Fidel que el Peje no es honesto y se vende y que al perro azul, como le llama a Yunes Linares “ya le troné la alianza”.
Qué circo el del PRI en Veracruz.
Archivo muerto
Pasiva hasta el silencio, callada en la complicidad, Namiko Matzumoto es una burócrata de los derechos humanos. Los de Rubén Espinosa le valieron nada. Supo de las amenazas, del asedio policíaco, dice que le ofreció acogerse a los mecanismos de seguridad de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas y que el fotorreportero rehusó. Rubén Espinosa tenía claro que la CEAPP no lo acuerparía por su línea crítica, ni tendría una actitud firme hacia el gobierno de Javier Duarte. Aún así, no pasó por la mente de la secretaria ejecutiva de la CEAPP denunciar el hecho, alzar la voz, atar las manos de los matarifes del duartismo, alertar a la opinión pública, mostrar una imagen sólida frente a lo que se advertía como un riesgo de vida, con un sonoro grito que protegiera y preservara la integridad del colaborador de AVC, Proceso y Cuartoscuro. Rubén no quiso, se justifica Namiko, dueña de la CEAPP. Rubén rechazó acogerse a los protocolos de la CEAPP, asegura la doctora Matzumoto en una entrevista que en su momento le realizara la agencia Quadratín. Semanas después, Rubén Espinosa era asesinado en un departamento de la colonia Narvarte, en el DF, exiliado por miedo, seguido por los sicarios, cazado como un animal, ejecutado. Y acá Namiko en su mausoleo, en el altar a la complicidad que representa la CEAPP, sin chistar. Indolente, Namiko, la burócrata, pretende ahora ser presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos para proteger al gobierno duartista y desdeñar al agraviado, que es lo único que sabe hacer… Confidencia de constructores: Esteban Ramírez no es director de Atención Ciudadana en la Secretaría de Obras Públicas del ayuntamiento de Coatzacoalcos; es, en realidad, el operador de los diezmos, que no son del 10 sino del 20 por ciento, que exige, no pide, a cambio de los contratos que todos gestionan, vía licitaciones amañadas, y que representan decenas de millones de pesos. Esteban Ramírez, chofer de Marcelo Montiel Montiel en otros tiempos, su enviado, su oreja, se mueve en la órbita del director de Infraestructura de esa secretaría, Guillermo Ibarra Macías, el todopoderoso amigo del alcalde Joaquín Caballero Rosiñol, añeja relación del edil y el funcionario que data de la juventud, que pasa por la amistad, que se traduce en proyectos comunes, a veces en la desgracia, ahora en la bonanza. Férreo, intransigente, Esteban Ramírez no deja pasar obra si no hay pago previo del 20 por ciento. Y hay un constructor que dice “yo por qué”, si su pago fue en especie, un terreno en el fraccionamiento Paraíso donde hoy se construye una mansión. O sea que el diezmo fue un predio y el marcelista Esteban Ramírez no quiere cumplir. ¿O es Memo Ibarra, aquel que ordenó medio matar a golpes al ingeniero Guillermo Drago, quien pretende ignorar el acuerdo? De ahí que la atención ciudadana, los postes a medio caer, las bardas no reconstruidas cuando realiza calles el ayuntamiento, brillen por su ausencia. Esteban Ramírez tiene otra función y sólo le rinde cuentas a Guillermo Ibarra y, por supuesto, al delegado de la Sedesol federal en Veracruz, Marcelo Montiel… ¿Y si no se concreta la alianza PAN-PRD en Veracruz, cuál será la suerte del perredismo? Nadie hay con perfil para contender por la diputación federal en el distrito de Coatzacoalcos. Nadie tiene posicionamiento entre los electores. Nadie tiene trayectoria y prestigio para disputarle los votos de la izquierda a Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador. Sus figuras hace tiempo que dejaron al PRD, pararon en el PRI, emigraron a Morena, dejaron la política. Los que quedan no emocionan ni a su familia. Morena, que tampoco cuenta con mayor carrocería, sin figuras, sin militancia, le apuesta al efecto Peje, al hartazgo social, aunque esta vez no tendrá el respaldo del marcelismo. Si no se concreta la alianza con el PAN, el PRD comenzará a caer en picada… Un chofer —no es Potter, por supuesto— viaja a Italia. Le da para llevarse a la novia, con la que vive hace tiempo. Le da para pisar suelo romano. Le da para vacacionar un mes en el Viejo Continente. No hay huella en Facebook, esa vitrina que revela las filias y las fobias de los “amigos”, no vaya a ser que al rato haya fiebre de choferes saliendo del país. Amaga ahora con ir a Brasil. Dos viajes fuera de México en cosa de seis meses y con sueldo de chofer municipal. Ahorrativo el joven… Una semana después, otra amanezca de muerte contra periodista del sur de Veracruz. Se escuchó en el ayuntamiento de Minatitlán, entre los seguidores de Saúl Wade León, el tesorero que funge como alcalde real. “Hay que darle en la madre ya”, soltaron y trascendió.