Álamo Temapache, Ver.— Desde hace casi un mes, más de 50 familias de la comunidad El Cabellal viven sin agua limpia, el derrame de hidrocarburo proveniente del oleoducto Poza Rica–Madero contaminó pozos, manantiales y arroyos.

“Por la noche no aguantábamos el olor”, dijo uno de los habitantes afectados.

Miles de litros de crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex) fueron derramados desde el pasado 16 de octubre en el municipio de Álamo Temapache. La fuga llegó a ser una emergencia ambiental que se ha convertido en crisis humanitaria.

“Ni pa’ bañar… nos están trayendo agua, pero a veces no”, lamenta Leticia Hernández, vecina de la comunidad.

El olor a petróleo se percibe a varios metros de las viviendas, mientras los arroyos permanecen oscuros y las labores de recolección continúan.

La fuga ocurrió a la altura de Citlaltépetl, pero su impacto se extendió por varios kilómetros, alcanzando cuerpos de agua conectados al río Pantepec hasta su desembocadura en el puerto de Tuxpan. 

Recuperación lenta

Pemex informó que ha recuperado más de dos millones 726 mil litros de hidrocarburo. Sin embargo, aún no concluye la evaluación del daño sobre la tierra ni sobre las fuentes de abastecimiento.

“Ya vinieron a sacar muestras de los pozos, pero no sabemos si están contaminados (…) por lo pronto no se bombea agua a la comunidad”, explican los habitantes.

A pesar de las cifras y avances, habría incertidumbre por presunta falta de información y los efectos en la salud. Además, las afectaciones por el derrame de petróleo en la zona podrían extenderse por años.

“Nos dijeron que esto va para largo, de un año a año y medio, pero sabemos que puede durar más”, advierten los habitantes de la comunidad de Álamo.

Primero fue el agua, ahora el crudo

El derrame de petróleo ocurrió a una semana de las inundaciones del pasado 9 y 10 de octubre, cuando el desbordamiento del río Pantepec arrasó con viviendas, cultivos y negocios.

“Todo se cayó, mi cocina… ni tengo nada para comer, ni un chile. Mi sartén, todo se lo llevó”, relata una mujer afectada. 

La comunidad El Cabellal de Álamo enfrentaría el abandono institucional y la amenaza de que su territorio quede marcado por el desastre. Por ello, exige respuestas, agua limpia y garantías de restauración ambiental. 

(BRLH)