Xalapa, Ver.- Los cultivos de maíz, naranja, limón y calabaza quedaron devastados por las lluvias registradas del 6 al 11 de octubre en municipios del norte de Veracruz, informó Carlos Castañeda Garcés, presidente de la Cámara de Comercio y del Campo Veracruzano.

El dirigente advirtió que la recuperación de esta región, severamente afectada por las inundaciones, tomará varios años y requerirá respaldo económico internacional.

“Necesitamos gestionar recursos ante organismos como la FAO y la ONU, que cuentan con fondos para atender emergencias humanitarias y agrícolas. Con proyectos bien elaborados, Veracruz puede acceder a ese respaldo para reconstruir las zonas devastadas”, afirmó.

Castañeda Garcés, quien también encabeza el Movimiento Democrático en Acción (Moda), destacó que la reconstrucción no dependerá únicamente del financiamiento, sino también de la solidaridad ciudadana.

“Cada veracruzano puede aportar algo: desde alimentos y ropa hasta ideas que ayuden a reactivar la producción y las comunidades rurales”, subrayó.

Daños severos en municipios del norte

Durante un recorrido por la zona afectada —que incluyó municipios como Álamo, Ixhuatlán de Madero, Ilamatlán y Zontecomatlán, entre otros—, Castañeda constató la destrucción total de carreteras, caminos rurales y puentes.

Muchas localidades continúan incomunicadas y sin acceso a suministros básicos, mientras que el apoyo institucional, dijo, “aún no llega de forma suficiente”.

El sector agrícola fue uno de los más golpeados. En Álamo, por ejemplo, el 90 por ciento de los cultivos de naranja, limón, calabaza y maíz resultó arrasado por las lluvias.

El dirigente advirtió que la pérdida del maíz, base de la alimentación local, agravará la situación económica de miles de familias campesinas, pues su recuperación podría tardar años.

Llamado a Sedarpa

Finalmente, Castañeda Garcés consideró indispensable que la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa), encabezada por Rodrigo Calderón Salas, diseñe programas especiales para atender la emergencia y reactivar la producción agrícola.