Coatzacoalcos, Ver.- Las recientes inundaciones en el norte de Veracruz provocaron una de las escenas más insólitas en el Golfo de México: los restos del restaurante flotante El Atracadero, que se ubicaba en la ciudad de Tuxpan, llegaron este viernes 17 de octubre hasta las costas de Coatzacoalcos tras un recorrido más de 300 kilómetros a la deriva.

La estructura, arrastrada por la creciente del río Tuxpan tras las lluvias torrenciales del pasado viernes 10 de octubre, se fragmentó; una parte fue vista en Alvarado y hace unos días, la otra parte llegó a las costas de Sontecomapan, comunidad ubicada en el municipio de Catemaco, en la región de Los Tuxtlas.

Debido a que la estructura no fue asegurada en la localidad tuxtleca, continuó su viaje impulsada por las corrientes marinas hasta arribar finalmente al sur de Veracruz. 

El descubrimiento llamó la atención de habitantes y visitantes de Coatzacoalcos, quienes observaron cómo parte de la construcción, que durante más de 40 años fue símbolo de la gastronomía tuxpeña,  flotaba entre las olas, fragmentada pero reconocible.

Durante décadas, El Atracadero fue un punto de encuentro en el bulevar Reyes Heroles, en Tuxpan, famoso por su estructura flotante y su cercanía con el río. Las lluvias extremas y el desbordamiento del afluente terminaron por arrancarlo de su base, llevándolo mar adentro junto con otras embarcaciones y objetos arrastrados por la corriente.

El Atracadero ya es una curiosa postal del desastre natural en municipios del norte de Veracruz. Sin pensarlo, pobladores acudieron a tomar fotografías de este momento.