Córdoba, Ver.— Ante el repunte de robos al transporte de carga en carreteras del estado, empresas comenzaron a invertir en seguridad para proteger a sus operadores, reveló la Asociación de Transportistas de Carga de la zona de Veracruz.

“Nos faltan miles de personas en las empresas; lo menos que queremos es que dañen a los operadores”, expresó  Enrique Rustrián, consejero de la asociación en la región de Veracruz.

De acuerdo con Rustrián, la inseguridad ha obligado a los empresarios a reforzar sus medidas de protección. Además, señaló que la violencia en carreteras y el mal estado de las vías mantienen en crisis al sector. 

“Cada camión nuevo se equipa con cámaras internas, localizadores satelitales y un sistema de monitoreo las 24 horas; es una inversión necesaria porque no hay garantía de seguridad por parte del gobierno”, señaló

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Veracruz acumula más de 650 robos a transportistas en lo que va del año, colocándose entre los cinco estados con mayor incidencia de este delito.

Los ataques se concentran en tramos como Esperanza–Puebla, Córdoba–Orizaba y La Tinaja–Cosamaloapan, zonas catalogadas como focos rojos por su alto riesgo. Tan solo en el corredor Esperanza–Puebla se registran hasta cuatro robos diarios, según reportes de las propias empresas.

Por inseguridad hay menos operadores, exhiben

El sector enfrentaría además una falta de operadores a nivel nacional de al menos 20 por ciento, derivado del temor a conducir en rutas peligrosas. En Veracruz, dijo, muchas empresas han perdido personal por las agresiones y secuestros sufridos.

“Antes el problema era el robo de mercancía; ahora es la vida del chofer”, lamentó el consejero, quien reconoció que aunque existen mesas de trabajo con autoridades estatales y federales, no hay resultados palpables ni reducción en los índices delictivos.

Las carreteras siguen igual: Rustrián 

La situación se agrava con el deterioro de las carreteras. Rustrián destacó que en municipios como Fortín, donde hace unos años circulaban 30 mil vehículos diarios, hoy lo hacen más de 50 mil, pero con la misma infraestructura.

“El parque vehicular crece, pero las carreteras siguen igual y sin vigilancia suficiente”, apuntó.

Los transportistas insisten en que la única manera de frenar las pérdidas humanas y materiales es con presencia permanente de fuerzas de seguridad, coordinación interestatal y tecnología preventiva.

Mientras eso no ocurra, aseguran, los transportistas seguirán invirtiendo de su bolsillo para sobrevivir en las carreteras más peligrosas del país. (BRLH)