El presidente colombiano Gustavo Petro tildó la administración de su homólogo estadounidense Donald Trump, de “tiranía” y, ante la Asamblea General de la ONU, pidió abrir un proceso penal contra el mandatario por los recientes ataques a 14 presuntos integrantes del Tren de Aragua en el Mar Caribe, bajo el argumento de que eran civiles y no criminales.

“Los jóvenes asesinados con misiles en el Caribe no eran del Tren de Aragua, cuyos nombres quizá aquí nadie conozca​​​. Tampoco pertenecían a ninguna organización armada”, aseguró el presidente latino.

“Eran caribeños, posiblemente colombianos, y si en efecto lo eran, con el perdón de quienes dominan las Naciones Unidas, debe abrirse un proceso penal contra esos funcionarios de los Estados Unidos. Ese proceso debe incluir al máximo responsable que dio la orden, el presidente Trump, quien autorizó los disparos de fusiles contra los jóvenes”, declaró Petro.

Asimismo, afirmó: “Es mentira que misiles de Estados Unidos en el Caribe son para detener droga”. Negó que el Tren de Aragua sea terrorista, viéndolo como “delincuentes comunes agrandados por la estúpida idea de bloquear a Venezuela y quedarse con su petróleo”.

La semana pasada Estados Unidos sacó a Colombia de la lista de países aliados de Estados Unidos en la lucha contra las drogas.

Washington culpó al presidente colombiano de no hacer esfuerzos suficientes para reducir el número de narcocultivos en el país sudamericano.

La delegación estadounidense abandonó el salón cuando Petro abordó la “política antidrogas para dominar los pueblos del sur”, presentándose como “un presidente descertificado por el mismo presidente Trump sin que él tuviera ningún derecho a hacerlo”.

Petro reivindicó récords de incautaciones de cocaína bajo su mandato, con más de 250 mil hectáreas de narcocultivos, y acusó a los asesores de Trump de nexos con capos colombianos.

Petro y sus declaraciones con respecto a Gaza

Dentro del mismo evento, Petro propuso la creación de una fuerza armada internacional para detener lo que calificó como genocidio en Gaza.

Esta intervención, su cuarta y última como jefe de Estado en el foro multilateral, superó los 15 minutos habituales, recordando que su gobierno rompió relaciones con Israel hace 16 meses por la ofensiva en Gaza.

También detuvo las exportaciones de carbón a Israel y se unió al caso de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia. “Este recinto es testigo mudo y cómplice de un genocidio”, exclamó el mandatario.

“El presidente de Estados Unidos se hace cómplice del genocidio, porque es genocidio y hay que gritarlo una y otra vez (…). La diplomacia ya acabó su papel en el caso de Gaza. No pudo solucionarlo”, lamentó.

“Sus países se están yendo al infierno”: Trump

Antes de Petro, Trump había irrumpido en la misma tribuna cuestionando la utilidad de la ONU por no auxiliarle en sus supuestos logros pacifistas.

Afirmó haber terminado con siete guerras —entre Camboya-Tailandia, Kosovo-Serbia, Congo-Ruanda, Pakistán-India, Israel-Irán, Egipto-Etiopía y Armenia-Azerbaiyán— mediante acuerdos directos con líderes, sin ayuda de la institución.

“Es una lástima que tuve que hacer estas cosas en lugar de que las hiciera Naciones Unidas. Las palabras vacías no resuelven guerras”, dijo, haciendo alusión a una escalera mecánica atascada justo cuando él pasaba sobre ella.

Trump también elogió su ofensiva migratoria como modelo: “Soy muy bueno en esto. Sus países se están yendo al infierno”. Atacó a Europa por la inmigración y energías verdes, llamando al cambio climático “la mayor estafa”, y a Rusia un “tigre de papel”. (PSR)