Oteapan, Ver.— “Ya estamos hartos. Delincuente que se agarre, delincuente que no le va a ir bien. Yo no quisiera estar en el pellejo de ninguno de ellos”, advierte un habitante del municipio de Oteapan mientras sostiene una escopeta.

Hombres y mujeres de Oteapan tomaron el control de la seguridad con machetes, palos, tubos y armas de fuego. La iniciativa surgió como una respuesta a los recientes hechos delictivos registrados en este municipio del sur de Veracruz, que despertaron la preocupación de los vecinos.

Los pobladores comenzaron a organizarse desde hace cuatro años en comités de vecinos vigilantes y, aunque habían bajado la guardia, la incidencia delictiva se intensificó en las últimas semanas.

Ante reportes de extorsiones, robos de vehículos y privaciones ilegales de la libertad, más de 600 personas formaron grupos para realizar rondines y retenes comunitarios en barrios del municipio, considerados focos rojos.

“Somos ciudadanos normales, pero tratamos de salir en las noches para mantener seguras las calles de nuestro pueblo. Ellos o nosotros, caiga quien caiga”, relató otro ciudadano organizado por la seguridad. 

Pocas patrullas, mucha organización

Oteapan cuenta con 18 policías municipales y tres patrullas para vigilar toda la ciudad, que tiene más de 15 mil habitantes, mientras que la presencia de corporaciones estatales y federales es limitada. Por eso, los pobladores asumieron un papel más activo para prevenir delitos.

“Las autoridades dicen una cosa, pero las cifras otras, imagínese cuántos homicidios hay al día, y como para que digan que todo está bien, que en Veracruz no pasa nada, dijeron, pero pasa de todo. 

Al no haber repuesta de las autoridades los compañeros, todos los pobladores decidieron levantar la mano y tomar cartas en el asunto”, expresó otro vecino vigilante.

 

 

 

 

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Oteapan busca mantener su tranquilidad

Oteapan es conocido por su organización comunitaria y sus tradiciones. Sus habitantes afirman que su intención no es confrontar a nadie, sino proteger a sus familias y su entorno.

“La gente está molesta y quiere tranquilidad. Y la inacción de la autoridad nos orilla a esto, sin ellos o nosotros”, dijo otro de los ciudadanos organizados.

Con recorridos, filtros de seguridad y comunicación constante entre vecinos, Oteapan busca blindarse ante la delincuencia que mantiene asolados a otros municipios y enviar un mensaje claro: “la comunidad está unida para mantener la paz”.