Veracruz, Ver.- Dulce Idaliht Ortiz Moreno decidió seguir el ejemplo de su mamá Yadira Moreno Casas, una de las primeras mujeres en formar parte del Heroico Cuerpo de Bomberos Municipales de Veracruz.

Su madre combate al fuego mientras ella, a sus 24 años, arriesga su vida para salvar las vidas de bañistas que corren el riesgo de ahogarse en la zona costera del puerto de Veracruz.

“Como guardavidas llevo cinco años y medio ejerciendo esta labor aquí en el municipio de Veracruz”.

Esta elemento del área de guardavidas de la Dirección de Protección Civil Municipal creció dentro de las instalaciones del Heroico Cuerpo de Bomberos Municipales, que se localizan sobre la avenida Zaragoza esquina con calle rayón, del centro histórico de Veracruz.

El 6 de mayo de 1999, su madre Yadira formó parte de la primera generación de cuatro mujeres que se sumaron a las filas de Bomberos Municipales. Hasta antes de ese año, las mujeres únicamente trabajaban en áreas administrativas dentro del inmueble y no tenían oportunidad de salir a combatir incendios. 

A 26 años de aquel suceso que marcó un precedente en Bomberos Municipales, Yadira es la única ciudadana que se mantiene en funciones. Actualmente trabaja en el área de Logística y Operativa, sin embargo; cuando sus compañeros requieren más apoyo para el combate a siniestros y/o rescate de personas en situación de emergencia, ella se suma.

El caso de Yadira inspiró a su hija Dulce. Así que la joven se sumó a la corporación pero no para el combate contra el fuego, sino para el rescate de personas en la zona de playas. 

Temporada vacacional 

La joven se preparó para el reto que implica ser rescatista en la costa jarocha. Durante la temporada vacacional de Semana Santa de 2019, con 18 años cumplidos, Dulce debutó como guardavidas.

“Bueno, yo crecí conviviendo con los bomberos. Conviviendo mucho, al igual que con guardavidas, y cuando crecí, me llamó un poco más la atención lo que viene siendo el área de guardavidas, el medio acuático es donde yo me desempeño”.

Dulce reconoció que, aunque es un trabajo de riesgo, se siente orgullosa de ayudar a salvar las vidas de las personas que por alguna circunstancia corren el riesgo de morir.

“Es una labor de riesgo. Es una actividad que al igual que bomberos se desempeña los 365 días del año. Nosotros estamos a cómo esté el clima, si hay norte, si hay huracanes, nosotros estamos prestando el servicio igual. Nosotros educamos en playas, siempre estamos al pendiente de la población, tanto turistas como locales”.

Destacó que más allá de los rescates, lo que se busca es prevenir accidentes así que constantemente platican con los bañistas sobre los riesgos de entrar a nadar al mar.