Veracruz, Ver.- Una vez más el antro “La Factoría”, ubicado en el puerto de Veracruz, se encuentra en el centro de señalamientos por hechos de violencia ocurridos en sus instalaciones. En esta ocasión, un joven denunció haber sido agredido físicamente por personal de seguridad del lugar.

Según el relato difundido en redes sociales, Alondra y su novio acudieron la noche del sábado al establecimiento, ubicado en la avenida Cuauhtémoc, entre Sánchez Tagle y Echeven. Ambos convivían con un grupo de amigos cuando, ya de madrugada, se desató una riña en una mesa cercana.

Alondra comenzó a grabar la pelea con su teléfono celular, lo que provocó la intervención de empleados de seguridad del antro. Los guardias intentaron impedirle que continuara filmando y la situación escaló a un forcejeo. Ante la tensión, la pareja decidió salir del lugar.

Sin embargo, una vez fuera del establecimiento, fueron interceptados por al menos cuatro miembros del equipo de seguridad, quienes exigieron a Alondra que borrara los videos. El novio de la joven intentó intervenir para protegerla, pero fue rápidamente sometido y superado en número.

De acuerdo con la denuncia, los guardias lo tiraron al suelo y lo rodearon para golpearlo y patearlo, incluso cuando ya se encontraba inconsciente. En un video que circula en redes sociales, se observa cómo el joven es agredido por varios sujetos mientras permanece indefenso.

Alondra compartió en sus redes fotografías de su pareja con múltiples moretones en el cuerpo, como evidencia de la brutal golpiza.

Esta no es la primera vez que “La Factoría” se ve envuelta en polémicas. El pasado 30 de junio de 2024, el establecimiento fue clausurado por el ayuntamiento de Veracruz luego de una batalla campal entre jóvenes asistentes al lugar tras las festividades del Carnaval. En esa ocasión, videos difundidos en redes mostraron a grupos lanzándose sillas, cubetas y botellas al interior del sitio.

Posteriormente, personal de la Dirección de Comercio colocó sellos de clausura por violentar el reglamento municipal y permitir el acceso a menores de edad. Un día después, el propietario del lugar, Juan Santiago, aseguró que la situación se había resuelto y anunció la reapertura, aunque no se detallaron los acuerdos alcanzados con las autoridades.