El betabel es un tubérculo que contiene diversos compuestos asociados con beneficios para la salud. Tanto como estudios médicos y nutricionistas señalan que incluirlo regularmente en la dieta puede generar efectos positivos en distintas funciones del cuerpo.

Entre sus principales beneficios se encuentra su capacidad para ayudar a regular la presión arterial. Debido a su alto contenido de nitratos, el betabel favorece la vasodilatación, lo que mejora el flujo sanguíneo. Un artículo publicado en la revista Hypertension mencionó que consumir jugo de betabel redujo la presión arterial en pacientes en menos de 24 horas.

También es una fuente natural de betaína, un nutriente encargado de proteger a las células del estrés y de contribuir a la reducción de procesos inflamatorios. Esta propiedad lo hace útil para personas que buscan mejorar su digestión, desintoxicar el cuerpo y apoyar el funcionamiento del hígado. Además, su fibra tiene efectos laxantes suaves.

También beneficia a la salud visual. Gracias a su vitamina A y a compuestos como la luteína y zeaxantina, el betabel ayuda a mantener el buen estado de la retina. Incluso sus hojas contienen elementos antioxidantes que fortalecen esta función.

Por otro lado, el betabel puede favorecer el rendimiento deportivo. Investigaciones señalan que su consumo antes del ejercicio incrementa la oxigenación muscular, lo que permite mejorar el tiempo y la resistencia. Para las personas que buscan aumentar masa muscular, su capacidad de llevar más nutrientes al músculo resulta especialmente útil.

También se le atribuye un papel importante en la prevención de la anemia, ya que aporta hierro, vitamina C y complejo B, nutrientes clave para la producción de glóbulos rojos. Además, estudios de la Universidad de Howard han asociado sus pigmentos naturales con la inhibición del desarrollo de células cancerígenas.

El betabel puede consumirse en jugos, ensaladas, al vapor o cocido. No obstante, especialistas advierten que su consumo excesivo podría generar efectos adversos como molestias gástricas, cambios en el color de la orina y riesgos para personas con cálculos renales o diabetes. Por eso, se recomienda moderar la cantidad y consultar a un profesional de la salud antes de consumirlo de forma regular. (BH)