El Reloj del Apocalipsis, símbolo creado en 1947 por el Boletín de Científicos Atómicos, marcó 89 segundos para la medianoche, su punto más cercano al colapso global en 78 años de historia.

Esta metáfora, que representa la vulnerabilidad de la humanidad ante catástrofes causadas por ella misma, refleja un aumento en los riesgos globales, como la guerra comercial de Estados Unidos, la guerra entre Israel e Irán y el conflicto entre Rusia y Ucrania.

¿Qué es la media noche?

La medianoche simboliza el “fin del mundo”, un escenario de autoaniquilación humana, explicó un análisis de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En 2025, el reloj avanzó un segundo respecto a los 90 segundos de 2023 y 2024, debido a la intensificación de conflictos que amenazan la existencia.

La Junta de Ciencia y Seguridad del Boletín, que incluye a nueve premios Nobel, evalúa anualmente factores como conflictos bélicos, crisis ambientales y avances tecnológicos disruptivos.

¿Cuáles son los riesgos actuales que pueden desencadenar el fin del mundo?

Entre las principales preocupaciones destaca la escalada de tensiones nucleares, la guerra entre Rusia y Ucrania, junto con la modernización de arsenales nucleares por parte de potencias como Estados Unidos, China y Rusia.

Además, cerca de 30 países sin armas nucleares están considerando desarrollarlas, lo que incrementa la probabilidad de una guerra atómica, advierten los científicos.

El cambio climático es otro factor, pues 2024 fue uno de los años más calurosos registrados, ocasionando desastres como inundaciones e incendios forestales.

La UNAM subrayó que las acciones para mitigar el calentamiento global son insuficientes y fenómenos como el aumento del nivel del mar y temperaturas récord agravan la crisis.

Expertos destacaron que la falta de cooperación internacional para reducir emisiones de combustibles fósiles y transitar a energías renovables mantiene al mundo en una trayectoria peligrosa.

En cuanto a la inteligencia artificial (IA), su uso en aplicaciones militares, como armas autónomas letales, plantea altos riesgos para la vida.

La IA también puede ampliar la desinformación, lo que corrompe el entorno informativo y debilita la resolución de problemas globales.

El Reloj del Apocalipsis, diseñado por la artista Martyl Langsdorf tras los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, ha sido ajustado 25 veces desde su creación.

En 1991, tras el fin de la Guerra Fría, marcó 17 minutos para la medianoche, su punto más seguro. Hoy, a solo 89 segundos del colapso, la humanidad enfrenta un “peligro extremo”, según el Boletín de la UNAM. (MCJ)