Xalapa, Ver. – En vísperas del 10 de mayo, madres buscadoras participaron en una misa celebrada en el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, en el centro de Xalapa. El rito fue visto como un acto de fe y fortaleza antes de salir a marchar para exigir justicia por la desaparición de sus seres queridos.

Durante la ceremonia religiosa, los familiares se encomendaron a Dios para obtener consuelo y fuerza moral en su incansable lucha por la verdad y la localización de sus hijos, hijas o esposos, muchos de los cuales llevan más de 15 años desaparecidos.

Marcha por desaparecidos

La marcha se llevará a cabo este sábado 10 de mayo, a partir de las 10:00 de la mañana. El punto de partida será el panteón Palo Verde, ubicado en la avenida 20 de Noviembre. De ahí, los manifestantes recorrerán las calles de  Xalapeños Ilustres y Juan de la Luz Enríquez, hasta llegar a la plaza Sebastián Lerdo de Tejada, frente al Palacio de Gobierno de Veracruz.

Entre las asistentes a la misa estuvo Isis Castañeda, quien busca a su hermana Xóchitl, desaparecida hace 12 años en la capital veracruzana. Compartió que la ceremonia fue un gesto conmovedor para quienes viven con el dolor constante de la ausencia.

“Se nos hizo muy grande el detalle de la iglesia al abrirnos las puertas. Aunque soy su hermana, y mi madre ya no está, esto es muy significativo para nosotras como buscadoras. Fue algo muy lindo.”

Isis también participará en la marcha del Día de las Madres, una fecha que para ellas no es de celebración, sino de protesta. Asegura que los avances en las investigaciones han sido nulos, por lo que cada año salen a exigir justicia.

“Un poquito de paz, un poquito de consuelo, sentirnos apapachadas, porque la verdad, la ausencia nos ha roto completamente. Ya con los años se pierde un poco la fe, pero gestos como este nos ayudan al corazón y al alma.”

Asimismo, relató que ha participado en jornadas de búsqueda en fosas clandestinas, barrancas, hospitales psiquiátricos y servicios médicos forenses. Estas experiencias, dijo, son dolorosas, pero necesarias para las familias que aún tienen la esperanza de encontrar a sus seres queridos.