Xalapa, Ver.- A través de redes sociales como Facebook hay familias que son defraudadas con la renta de viviendas, como le ocurrió a ciudadanos de Xalapa que buscaron el servicio de Airbnb en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.

De acuerdo con los afectados, era necesario declarar para que el caso sea público y menos gente caiga en estafas que van desde los cinco mil pesos a mayores cantidades económicas. 

La familia buscó hospedarse en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río durante un fin de semana debido a una de sus integrantes, una adulta mayor, fue sometida a exámenes médicos del corazón.

Según las declaraciones de los xalapeños afectados, pactaron el servicio entre el 26 al 28 de octubre por la cantidad de cinco mil pesos, cantidad que fue depositada a una cuenta del banco Banorte, a nombre de Judith García Fernández.

La chica del contrato, con número telefónico 228 119 2235, dejó de contestar llamadas, pero los afectados detectaron que es una persona que radica en la capital del estado.

Judith fue quien ofreció rentarles una vivienda en el fraccionamiento Costa de Oro, en Boca del Río, por un fin de semana. La familia acordó con la joven sin tener la mínima sospecha de la estafa, ya que todo el procedimiento parecía normal.

Fue por medio del grupo de Facebook “Casas de descanso Veracruz” donde encontraron la oferta de una vivienda con capacidad de hospedaje para 15 a 20 personas por día, para pasar la noche y disfrutar de sus instalaciones mientras estaban en la zona conurbada.

Las víctimas describen que hicieron el contacto con la persona para hacer el contrato de servicios, ya que acompañaban a un adulto mayor que necesitaba acudir a sus valoraciones médicas.

Al realizar el pago les enviaron un contrato, les pidieron una credencial de elector y nombre de los asistentes para, presuntamente, entregarles pulseras de acceso al lugar. El ingreso lo tenían para el mediodía del sábado 26 de octubre.

“Pero al llegar al lugar, nos encontramos con una señora que nos estaba grabando desde el balcón y en la puerta de la vivienda había una lona que decía: esta casa no se renta”, relata uno de los afectados.

Contaron que dialogaron con la señora del balcón, que se identificó como dueña y les respondió que no era la primera ocasión que pasaba este fraude.

“Ya que supuestamente habían detectado que ofrecían su vivienda en redes sociales sin su consentimiento y habían desactivado de Google Maps su ubicación para no ser compartida”, concluyeron.