Veracruz, Ver.- Una vez más, Isidro Solís Pérez cumplió su promesa de cada 28 de octubre: en honor a San Judas Tadeo, se vistió con la característica túnica del apóstol y asistió a misa en el santuario ubicado en Francisco Javier Mina número 810, en el puerto de Veracruz, para agradecerle por su intercesión como santo de las causas difíciles.

Isidro, quien es sobreviviente de una operación en la que perdió su pierna izquierda debido a complicaciones de la diabetes, llegó al santuario en silla de ruedas, acompañado de su esposa Martha Vittorio. A pesar del cansancio y los efectos de su condición, el devoto acudió por quinto año consecutivo para cumplir la promesa que le hizo al santo.

En septiembre de 2019, los médicos le amputaron la pierna debido a su avanzada diabetes, y la cirugía representaba un riesgo considerable. Isidro, sin embargo, se encomendó a San Judas Tadeo, a quien pidió por su salud y prometió que, si lograba salir adelante, lo visitaría cada 28 de octubre como muestra de gratitud.

“Vengo a agradecerle la promesa. Cuando me quitaron la pierna, me puse un poco grave, y le dije que si salía bien de la operación iba a venir a visitarlo cada año aquí en su iglesia, y aquí estoy, otro año más”, narra emocionado.

Cumpliendo con su promesa, Isidro llegó vestido como San Judas Tadeo. “Le dije que si salía bien de la operación vendría con su manto cada año, y aquí estoy; así prometí visitarlo. Todos los años, así voy a venir mientras esté con vida”, afirma con convicción.

Dentro del santuario, Isidro no solo agradeció, sino que también pidió la intercesión de San Judas Tadeo por la salud de su esposa, sus cuatro hijos, tres nietos y un bisnieto.

Como él, decenas de devotos asistieron al santuario, ubicado dentro de un colegio administrado por las Hermanas Mercedarias, para rendir honor a San Judas Tadeo o hacerle alguna petición. Afuera, comerciantes montaron puestos de venta ofreciendo una variedad de productos con la imagen del apóstol, reflejando la fe y devoción que despierta en sus seguidores.