Veracruz, Ver.- Por herencia familiar, Miguel Ángel Santiago García comenzó a danzar a los 10 años en su natal Papantla, al norte del estado de Veracruz. Lo suyo es la danza de “los guaguas”, el ritmo y movimiento alegre que le rinde tributo al sol, a la luna, a la tierra, al agua y a la vegetación.

Con 24 años, este joven es un experto en la danza. Él es la octava generación generación de su familia en convertirse en danzante.

“Es que yo vengo de una familia que se dedica a esto, de parte de la familia de mi mamá todos se han dedicado a la danza, unos han sido Voladores de Papantla, otros danzantes y yo muy pequeño los observaba y así fue creciendo el interés por hacer lo que ellos hacían”.

Aunque actualmente existen escuelas para niños voladores y danzantes en el municipio de Papantla, Miguel Ángel aprendió conforme a la tradición oral. Sus familiares lo llevaron a aprender mediante la práctica.

“A mi me enseñó un tío abuelo, él me empezó a enseñar en mi casa y yo me tenía que ir a su casa que no estaba lejos o él venía a mi casa y ahí empecé a aprender”.

Ataviado con un penacho en la cabeza que representa al sol y a sus rayos, a la tierra, a la vegetación y al agua, Miguel Ángel participó con sus compañeros danzantes en una muestra que se llevó a cabo en el World Trade Center de Boca del Río como parte de las actividades del Tianguis Nacional de Pueblos Mágicos.

“Es una danza que se puede hacer a partir de cinco integrantes e incluso hasta siete integrantes”.

Para agradecer la ceremonia ritual de los Voladores de Palantla, los danza de “los guaguas” se presenta como una expresión más alegre.

“Como puede ves nuestros colores con mucho más vistosos, igual nuestro ritmo de danza, de música, es todavía más alegre porque nosotros agradecemos por todo lo dado por nuestros dioses, todo lo que ellos nos otorgan”.

Dijo sentirse orgulloso de sus raíces y de ser un joven promotor de la cultura totonaca a través de la danza.

“Somos muy bien conocidos no solo a nivel nacional sino también a nivel internacional, pero qué bonito que la gente pueda vernos en persona, no en fotografías”.