Córdoba, Ver.- Una adulta mayor de 82 años murió calcinada la tarde de este sábado 17 de agosto en el municipio de Córdoba, Veracruz, al quedar atrapada entre las llamas, luego de que su humilde vivienda de madera comenzó a incendiarse y en minutos quedó reducida a unas cuantas láminas de zinc humeantes.

De acuerdo con los vecinos del lugar conocido como "La Joyita", en la colonia Antorcha, los hechos ocurrieron alrededor de las 13:15 horas, cuando notaron que de la casa de su vecina, identificada como Brígida Marcos, de 82 años, salían abundantes nubes de humo negro. Al acercarse, se dieron cuenta del incendio en el interior.

De inmediato, apoyados con cubetas llenas de agua, intentaron sofocar las llamas, pero estas los superaron. Alguien llamó a los bomberos y pidió la presencia de paramédicos de la Cruz Roja, pues sabían que seguramente doña Brígida, quien tenía dificultades para caminar, estaba dentro.

Tras la alerta, se movilizaron corporaciones policiacas y de rescate hacia el sitio reportado, pero al llegar, la vivienda de madera y techo de lámina de zinc ya había sido consumida por el fuego. Bajo las láminas, encontraron los restos calcinados de la adulta mayor, sobre su cama.

Al lugar, ubicado en dirección a Fredepo, llegaron bomberos del cuartel de Córdoba, personal de Protección Civil, y paramédicos de la Cruz Roja, quienes únicamente confirmaron el deceso de la abuelita. Policías municipales también se presentaron y acordonaron la zona para permitir las labores de enfriamiento. El hecho generó la curiosidad y conmoción de los habitantes del lugar.

Brígida sufría maltrato: vecinos

Según algunos vecinos de la señora Brígida, quien murió calcinada acostada en su cama y aplastada por las láminas de zinc que eran el techo de su humilde vivienda de madera, la abuelita, presuntamente, era víctima de maltrato físico, verbal y hasta explotación por parte de su hijo de 60 años, con quien vivía.

Incluso, algunos mencionaron que el hombre, cuya identidad se desconoce, supuestamente por su adicción a sustancias prohibidas, utilizaba a su madre para que pidiera limosna en la vía pública y así poder comprar drogas.

Según los vecinos, el hijo de la señora no había regresado a su casa a pesar del incendio.