La nombrada Colectiva de Sobrevivientes de Intento de Feminicidio pretende construir un espacio físico con el objetivo de que las víctimas sobrevivientes del citado delito y sus familiares puedan tener un refugio emocional. 

Ana Valderrama, vocera de la colectiva de origen xalapeño, indicó que se pretende un espacio de sanación para que las víctimas de intento de feminicidio y otras personas afectadas de manera secundaria al hecho de violencia extrema puedan descansar física y emocionalmente.

El terreno en donde se construirá la obra fue donado por una joven feminista que decidió terminar con su vida. Su madre, sin embargo, buscó continuar con la donación del lugar porque era el sueño de su hija, este lugar se situará en Jilotepec, Veracruz. 

“Esta es una donación y la donación no incluye el pago de cambio de dueño (…) recibir el terreno tal cual, que esté escriturado a nombre de la colectiva y allí poco a poco, a nuestro ritmo, hacer no un refugio, no, no es un refugio, sino un centro de mucha sanación para mujeres”, afirmó.

Las integrantes de la colectiva buscan que una vez donado el terreno se construya un espacio donde las mujeres puedan acudir para realizar actividades que las conecten con la naturaleza, las artes y consigo mismas, con el objetivo de lograr el descanso que necesitan.

Este lugar aceptará a personas como sobrevivientes que integran la propia colectiva, pero también a otras mujeres que se encuentran realizando actividades contra el sistema patriarcal.

“No solo sobrevivientes, por supuesto que las sobrevivientes están gestándolo y estamos soñándolo, sino que todas estamos a veces atropelladas por la realidad y entonces que sea un espacio (…) donde las mujeres defensoras, psicólogas, abogadas, periodistas, artistas, cualquiera que esté en esta lucha de desmantelar el sistema pueda desconectarse y conectar consigo misma”, expresó Valderrama.

En Veracruz todavía no hay espacios de este tipo, sin embargo, en otros estados sí se han realizado

“Soñamos con un espacio donde podamos decir bienvenida déjate querer, donde se coma rico, donde se pueda meditar, donde puedas ensuciarte las manos con tierra, sembrar algo”, dijo.

“A veces sentimos que lo que hacemos no sirve de nada porque es chiquito, entonces entendemos que a veces hay que encontrarnos”, señaló. Lo primordial por ahora es culminar el trámite de donación del terreno y con ello poder comenzar con los cambios de nombre y donaciones para la construcción.