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Ya me voy, Alejandro: Paquito murió en la calle en Veracruz
Veracruz, Veracruz.- Antes de fallecer por un infarto, Pascacio Reyes Hernández, mejor conocido como Paquito, alcanzó a despedirse de su amigo de juerga, Alejandro Guerrero. Le dijo que ya se iba y así fue. Su cuerpo fue hallado la mañana de este jueves 22 de febrero en calles de la colonia 21 de abril, en el puerto de Veracruz.
Con una evidente resaca y fuerte olor a alcohol, Alejandro se sentó sobre en la banqueta de la calle Alcocer, casi esquina con la avenida Miguel Ángel de Quevedo, a unos metros de donde quedó el cuerpo de su camarada. Observó detenidamente cómo los peritos ministeriales tomaban nota del suceso.
“¿A dónde se lo van a llevar?”, preguntó a los transeúntes que se detuvieron a ver el cuerpo de su amigo de parrandas
Alejandro alcanzó a ver a Paquito en su lecho de muerte, la fría banqueta de la calle Alcocer, justo cuando agonizaba a causa de un aparente infarto.
“Me dijo hace rato, estábamos platicando ahí en la barda ‘ya me voy Alejandro, me voy’, ‘espérate, coño, no te vayas’, le dije y ya cuando regresé porque fui a tomarme un café estaba agonizando, todavía lo agarré con vida, pero ya no reaccionaba”, relató.
Paquito tenía 59 años al momento de su muerte. Padecía alcoholismo y un cáncer en la piel que le provocó una grave lesión en el rostro. Durante más de 30 años trabajó en el muelle de Veracruz, tenía casa propia y una familia, sin embargo, hace cuatro años cayó en el alcoholismo al grado de terminar en la calle.
Sobre la calle Alcocer, debajo de un árbol, pasaba los días; ahí extendió unas viejas cobijas y colocó algunos envases de platico con jugo y agua. Según Alejandro, su amigo vivía de la caridad de las personas. Le regalaban monedas con las que compraba alcohol y un poco de comida para ambos.
“Le gustaba mucho andar en la calle, trabajó como treinta y tantos años en el muelle. Le cayó cáncer en la piel y de ahí se fue para abajo”, relató.
El desayuno de cada mañana para ambos era un café “con piquete”, es decir, un chorrito de licor para activarse desde temprano.
“Iba a cumplir 60, él trabajó muchos años en el muelle. Aquí cuando él llegó empezamos a agarrar la jarra y el cigarro también”, dijo Alejandro, quien lamentó la muerte de su amigo e informó que la familia fue notificada sobre la muerte.
“Estoy solo, ya me quedé sin amigos. Yo lo venía a ver a las 4:00 o 5:00 de la mañana para hacer café y, órale, un cafecito, ahí nos lo tomábamos con piquetito, era mi amigo, me daba de comer, comía mejor que yo”, recordó.
Los restos de Paquito fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) de Boca del Río para la necropsia de rigor y posteriormente se permitirá que sus familiares lo identifiquen.