San Juan Evangelista, Ver.- “Es difícil, porque si no me hubiera dolido el pie, yo hubiera seguido,  pero no aguanto el paso, yo quería pasar al otro lado, pero así no puedo”, lamenta Ana Hernández, migrante de Honduras, tras abandonar la caravana Latinoamérica Unida que cruza por el sur de Veracruz. 

Ana salió de Tapachula, Chiapas el pasado 30 de octubre en caravana junto a más de dos mil migrantes. Los extranjeros llevan un mes caminando y coinciden en que la dificultad de la travesía produjo que el contingente – inicialmente conformado por cinco mil personas – se redujera a la mitad.

En su camino por el sur de Veracruz, Ana le pidió al líder de la caravana que la canalizara con el Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) para que la deporte. Aunque deseaba seguir, no pudo. A sus 49 años, la caminata le complicó una operación en su pie derecho a causa de una fractura que sufrió hace años.

“A mí me operaron, ya tiene años, pero por caminar tanto creo que se me afectó, porque es un dolor que no aguanto de la rodilla para abajo y ya no puedo”, expresa Ana mientras está sentada en el piso porque ya no puede sostenerse.

CAÍDAS HACEN QUE DESISTA

“Siento que es una carga”, señala Ana, quien viajaba con amigos que ayudaban a sostenerse para reanudar el paso. En su condición ve difícil seguir el paso de la caravana migrante Latinoamérica Unida, que no va siquiera a la mitad del camino.

Supo que ya no podía seguir cuando se dio cuenta que se quedó hasta atrás del contingenté, pero principalmente cuando se caía porque ya no tiene fuerza en la pierna. 

“Salí de Honduras porque allá no hay oportunidades, hay delincuencia, no hay trabajo, pero así no puedo seguir”, insiste. 

OTROS NO DESISTEN

Todos los integrantes están “reventados”, aseguran los migrantes que se enfrentan al cansancio, dolores, enfermedades y llagas en los pies. Hay quienes viajan solos y “bien o mal” sobrellevan la situación.

En la caravana van familias completas y madres solas con sus hijos, como Juana Salgado, quien viaja con sus dos hijos de dos y 13 años.

A Juana en ocasiones le faltan fuerzas para seguir, porque además de cargar a la menor de sus hijos, lleva en la espalda sus maletas. Sin embargo, asegura que no desistirá porque este sacrificio es para darle una mejor vida a sus hijos. 

“Para mí ha sido difícil, mis pies se han llagado, a veces me he sentido deshidratada, una semana se me fue el apetito, se me quitó porque hemos dormido en malas condiciones.

Hemos caminado hasta ocho, 12 horas diarias con mi niña en el lomo, él (su hijo) con maletas y yo también con mi maleta en el hombro, pero sigo por ellos”, narra.

Cada integrante de la caravana tiene una historia diferente, pero el sueño es el mismo: llegar a Estados Unidos. 

CARAVANA SIGUE POR EL SUR DE VERACRUZ

La caravana de migrantes Latinoamérica Unida sigue su tránsito por el sur de Veracruz con rumbo al municipio de Sayula de Alemán para determinar cuál será la ruta a seguir: la autopista La Tinaja - Cosoleacaque o la Carretera Costera del Golfo. 

El principal objetivo de la caravana es llegar a la frontera norte del país, sin embargo, esperan que a su llegada a la Ciudad de México obtengan un documento que les permita seguir su camino con apoyo de algún medio de transporte.