• Educación

Expenal de Allende, inmueble histórico que ahora es propiedad de UV

  • Iraís García
Las instalaciones del expenal están pensadas para la construcción del Centro Cultural de Artes de Veracruz, de la Universidad Veracruzana

Veracruz, Ver.- Era el año de 1902, cuando, en lo que eran las afueras de Veracruz comenzó a construirse por la empresa S. Pearson and Sons, el expenal Ignacio Allende, ubicado en lo que ahora es parte de la zona centro de la ciudad.

La construcción de la estructura fue larga, pues pasaron ocho años para que pudiera ser inaugurado por el entonces presidente Porfirio Díaz. Entonces, estaba hecho para albergar a 800 reclusos.

El expenal contaba con unos pequeños agujeros en forma de círculo, que fueron realizados para permitir la ventilación sobre todo el área de celdas, ya que Veracruz vive temperaturas caurosas la mayor parte del año.

Las celdas de los reclusos se conectaban mediante un patio central. En el centro del inmueble estaba la torre de vigilancia.

La construcción más antigua del inmueble se distingue por los materiales que se utilizaron: bloques de piedra muca y argamasa; sin embargo, conforme los años fueron pasando, y las necesidades del sitio se incrementaron, comenzaron a hacerse adhesiones, ahora con materiales como tabique, hasta llegar a trabes de concreto. El edificio fue catalogado como monumento artístico por el INBA.

En su época más moderna, el expenal contaba con el área administrativa, el filtro, después el área de celdas, áreas comunes, las áreas de talleres, los juzgados, los separos y varias oficinas del ministerio público.

Cerca de la torre de vigilancia había una capilla en donde los presos que eran creyentes se detenían a orar y depositar alguna clase de ofrenda.

El expenal de Allende se convirtió en un sitio inhabitable y hostil. En el lugar había más presos de los que tenía capacidad de albergar, por lo que tenían que vivir hacinados.

Las celdas tenían camas de concreto, el pequeño espacio se compartía por una decena de personas, a veces más. Las paredes del penal tenían dibujos y pinturas hechas por los reos, algunas de la Santa Muerte, otras de la imagen de Jesucristo y otras imágenes religiosas.

De acuerdo con lo que dio a conocer el Gobierno de Veracruz en 2010, entonces dirigido por Fidel Herrera Beltrán, en la gaceta donde se hizo oficial el cierre del expenal, también había muchas enfermedades que se contagiaban entre los reos, por lo que era un sitio insalubre.

Una noche de viernes del año 2010, cuando los reos menos lo esperaban, comenzó la movilización. Decenas de patrullas, camionetas, camiones, policías, rodearon el penal. Entonces comenzaron a formar a los presos, los trasladarían.

Entonces hubo varios rumores: que la decisión se tomó rápidamente, pues la amenaza de los grupos delincuenciales – que habían tomado mucha fuerza y control en aquella época – habían amenazado con entrar al expenal para llevarse a los suyos.

Así los trasladaron, eran 960 reos que fueron enviados a diversos centros de detención en el estado de Veracruz. Esto ocasionó una fuerte reacción por parte de sus familiares, que primero no sabían en dónde se encontraban y, después, al enterarse de su nueva ubicación, reclamaron que no podrían visitarlos. 

El Gobierno prometió poner autobuses para llevarlos, lo hicieron, algunas veces, sin embargo, la promesa se olvidó con el tiempo.

Después un grupo de trabajadores de Limpia Pública entraron al edificio a hacer una limpieza profunda. Sacaron alrededor de 20 toneladas de basura; electrodomésticos viejos, trastes, comida, colchonetas, incluso televisores. 

Ahí se filmó en 2010 una película producida y actuada por Mel Gibson, “Liberen al Gringo”. Después, en 2014, una película biográfica de Gloria Trevi. El expenal se convirtió en el lugar en el que ella y Sergio Andrade estuvieron detenidos en Brasil.

En noviembre de 2010, el ayuntamiento de Veracruz, entonces liderado por Jon Rementería Sempé, autorizó que el inmueble del entonces expenal fuera donado al gobierno federal. El objetivo era que se utilizara para un Centro de Interpretación del Patrimonio Cultural Veracruzano, sin embargo el Congreso del Estado nunca lo autorizó.

Un año más tarde, la legislatura autorizó al cabildo, ya liderado por la priista Carolina Gudiño Corro, donar el inmueble al Instituto Nacional de Antropología e Historia. El INAH hizo algunas visitas al lugar, labores de limpieza, pero no más. Por ello en 2015, el alcalde sucesor de Gudiño, Ramón Poo Gil, revocó el acuerdo.

AHORA ES PROPIEDAD DE UV

Apenas el pasado 10 de octubre, el ayuntamiento de Veracruz firmó con la Universidad Veracruzana (UV) la cesión de derechos del inmueble, que pretenden convertir en Centro Cultural de Artes de esta región, que ofrecerá tanto formación académica como talleres libres, abiertos a toda la población.  

“En este espacio donde se purgaban penas florecerá un lugar que transformará el dolor y sentimientos oscuros vividos en un sitio de renacimiento con vocación activa de artistas, en una tierra prolija de creadores”, aseguró el rector Martín Aguilar durante su discurso.

Para lograrlo, admitió, deberán pasar años, pues el inmueble debe pasar por un fuerte proceso de rehabilitación, debido a que estuvo abandonado más de una década.

Para ello se creará un fideicomiso que la UV se compromete a transparentar y con el cual se espera lograr donaciones por parte de diversas empresas, para así, agilizar la construcción del Centro Cultural de Artes de Veracruz.